En Polonia, el 22 de octubre de 2020, el Tribunal Constitucional polaco sentenció que el aborto eugenésico era inconstitucional. Esta sentencia entró en vigor el 27 de enero del año 2021.

Hasta la publicación de la sentencia el 22 de octubre de 2020, la legislación polaca establecía que el derecho a la vida estaba protegido, también en la fase prenatal, con la excepción de 3 circunstancias descritas en la Ley de planificación familiar: el aborto era permitido en el caso de un embarazo resultante de una violación, una amenaza para la vida o la salud de la madre y también en una situación de «alta probabilidad de defecto grave e irreversible del feto o enfermedad incurable que amenace su vida».

Pero, tras la publicación de la sentencia del Tribunal Constitucional polaco, el último de los supuestos —el aborto eugenésico- dejó de tener fuerza legal.

Pues bien: la consecuencia ha sido que el número de abortos realizados en Polonia legalmente fue diez veces más bajo en 2021. En concreto, según datos del Ministerio de Salud polaco, citado por «Rzeczpospolita», el número de abortos se redujo a 107 casos el año pasado, recoge Infocatólica.

La consecuencia ha sido que el número de abortos realizados en Polonia legalmente fue diez veces más bajo en 2021

Mientras que en años anteriores, el número de abortos registrados por el Ministerio de Salud fue de 1.076 (en 2018 y 2020) y de 1.110 en 2019.

«Esto significa que la ley funciona y ha permitido salvar personas concretas», dice Magdalena Korzekwa-Kaliszuk, abogada y psicóloga, presidenta de la Fundación Grupo Proelio.

Según Magdalena Korzekwa-Kaliszuk, si no se hubiera modificado la ley a raíz de la sentencia del Tribunal, también el año pasado alrededor de 1.000 niños habrían perdido la vida antes de nacer en Polonia, principalmente por sospecha de síndrome de Down.

«Una buena ley influye positivamente en la actitud de las personas. Por un lado, refuerza la convicción de que el derecho a la vida no debe depender del diagnóstico de una condición médica. Por otro lado, no poder matar a un niño por motivos eugenésicos significa que los médicos ya no tendrán motivos para sugerir o incluso presionar a los padres para que aborten», según dice la presidenta de la Fundación Grupo Proelio, que recoge testimonios de personas en cuyos casos uno de los tres supuestos arriba mencionados estaba cumplido y de sus padres, recoge Infocatólica.

En algunos países ya casi no nacen niños con síndrome de Down u otras anomalías genéticas, detectables durante el embarazo. Cosa que supone una auténtica discriminación y un atentado flagrante contra su derecho a la vida

El experto sostiene que en Polonia se ha ejercido a menudo presión sobre las mujeres para que aborten por motivos eugenésicos.

Pero no solo en Polonia. La presión abortista eugenésica se ejerce en toda Europa y podría decirse que en muchas partes del mundo.

Por eso, en algunos países ya casi no nacen niños con síndrome de Down u otras anomalías genéticas, detectables durante el embarazo. Cosa que supone una auténtica discriminación y un atentado flagrante contra su derecho a la vida.

Al menos, la noticia de Polonia es un rayo de esperanza en medio de las tinieblas de la cultura de la muerte.