El actual presidente de Colombia, el izquierdista y ultra-progre Gustavo Petro, se está aficionando últimamente a meterse en los asuntos internos de otros países. Lo hizo recientemente con Perú, y la política peruana Keiko Fujimori lo puso en su sitio: "No meta su nariz roja en el Perú". 

Y ahora le ha tocado a El Salvador, donde el actual presidente Nayib Bukele está llevando a cabo una política contra la delincuencia organizada, que tanto ha hecho sufrir a la población de ese país centroamericano.

Sus métodos pueden resultar controvertidos. Pero a lo mejor, si se pregunta a los salvadoreños, están encantados con estas medidas contra la violencia de las maras... De hecho, el Gobierno salvadoreño ha difundido imágenes de los presos de la delincuencia organizada: 

Estas imágenes han llevado a Petro a exclamar lo siguiente: 

A lo que el presidente salvadoreño Bukele le ha respondido al presidente colombiano: "Los resultados pesan más que la retórica. Deseo que Colombia en realidad logre bajar los índices de homicidios, como lo hemos logrado los salvadoreños. Dios los bendiga".

Y es que Petro quiere convertirse en el nuevo Simón Bolívar o en un nuevo Hugo Chávez. Y si no, escuchen lo que dijo su ministra de trabajo: "Ya quisiéramos nosotros que aquí (en Colombia) estuvieran las ideas de (Hugo) Chávez".

Petro presume mucho de derechos humanos. Pero luego falsifica imágenes para llevar a cabo sus políticas. En concreto, utilizó fotos de un hospital venezolano para estatalizar el sistema de salud de su país. 

Este es Petro.