Comenzamos esta crónica semanal de Hispanoamérica  —en la que hacemos especial énfasis en la defensa de la vida, la familia y la libertad— en Paraguay donde, al celebrar el Día Nacional de la Familia, el responsable de la Pastoral Familiar de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), monseñor Miguel Ángel Cabello, exhortó a las autoridades a desarrollar políticas públicas que “realmente defiendan y promuevan el bienestar de la familia”. “Manifestamos nuestro desacuerdo con la legalización del aborto, el matrimonio homosexual y la adopción de niños por personas del mismo sexo, por respeto a la dignidad del ser humano en gestación y los niños vulnerables que no pueden defenderse”, sostuvo, recogió Aciprensa.

Y en Colombia, la plataforma ciudadana ‘Unidos por la Vida’ anunció la realización, el sábado 30 de abril, de la 16° Marcha Nacional por la Vida para defender este derecho humano fundamental y para decirles a todos que en el país sudamericano “no queremos aborto”. “Son 16 años de la despenalización del aborto en nuestro país y todos estamos seguros que en Colombia no queremos aborto y menos como un derecho”, afirma Unidos por la Vida en su cuenta de Instagram. La organización animó a participar llevando banderas de Unidos por la Vida, el pañuelo celeste de “Salvemos las 2 vidas”, banderas de Colombia, pitos y tapabocas, recogió Aciprensa.

Por último, nos vamos a México, para defender la dignidad humana de las mujeres. Pues la  Arquidiócesis de México denunció el “gravísimo problema” de las desaparecidas y los crímenes contra mujeres en la nación, ante el dramático caso de la joven Debanhi Susana Escobar Bazaldúa, desaparecida en Nuevo León y hallada sin vida en una cisterna de agua abandonada, un caso que ha conmocionado no solo al país sino a la opinión pública internacional. En un editorial titulado ‘Nuestras desaparecidas’, el semanario Desde la Fe de la Arquidiócesis de México aseguró que “la gran cobertura que dieron y siguen dando los medios de comunicación a este emblemático caso es la expresión mediatizada de una realidad que, por desgracia, se ha vuelto ‘normalidad’: nuestras desaparecidas. Un gravísimo problema con el que, tristemente, nos hemos acostumbrado a vivir”, recogió Aciprensa.