A cada uno lo suyo: el Nuevo Orden Mundial (NOM), que engloba a la derecha e izquierda clásicas, dentro de ese magma llamado progresismo, ha tenido éxito con su nuevo movimiento, que ya no es el 'Me too' sino el 'No Kings'. El éxito de las muchas manifestaciones convocadas este fin de semana en Estados Unidos así lo demuestran. Donald Trump sería un rey absolutista que, a pesar de haber ganado el poder en las urnas por amplia mayoría, es un tirano que pretende terminar con la democracia.

La verdad es más bien lo contrario: Donald Trump se ha convertido en la última barrera frente el Nuevo Orden Mundial (NOM), que sí pretende terminar con la democracia y, sobre todo, con algo mucho más grave: pretende terminar con la libertad. Está claro que, por ejemplo los católicos, o cualquier otra persona con sentido común, debería apoyar a Trump.

Campaña "No Kings (No a los reyes)". Como si Donald pretendiera ser rey... Su respuesta ha sido un vídeo, no muy elegante pero divertido, que demuestra que es un político que se sabe enfrentar a la plebe cuando es la demagogia lo que mueve a esa plebe. Otro síntoma inequívoco de liderazgo

Y es que el prediente estadounidense ha resucitado los principios cristianos en política: vida, familia natural, libertad de enseñanza y bien común, éste último, al menos, en lo que respecta a la defensa de la propiedad privada. Europa los había olvidado, perdida entre una socialdemocracia de derechas y otra de izquierdas, que vienen a ser lo mismo.

Ojo, Donald Trump es un tipo profundo, lo que ocurre es que defiende sus principios a lo Donald. Quiero decir, que es un gran bocazas y bastante presumido. ¿Y qué? ¿Acaso las formas son lo importante? Yo pensé que lo importante era el fondo.

El NOM ha lanzado la campaña "No Kings (No a los reyes)". Como si Donald pretendiera ser rey. Su respuesta ha sido un vídeo, no muy elegante pero muy divertido, donde, desde un caza de combate, y armado con una corona, lanza barro sobre los manifestantes. Insisto, de elegante tiene poco, pero demuestra que es un político que se sabe enfrentar a la plebe cuando es la demagogia lo que mueve a esa plebe, que mezcla sexismo, clasismo, racismo... demasiados 'ismos' para un sólo pecador. Las reacciones que provoca Donald Trump constituyen otra prueba de liderazgo.

Pero el fondo de la cuestión resulta más grave. El NOM no ha lanzado una serie de protestas en Estados Unidos -una "marea humana", como asegura RTVE- sino todo un movimiento mundial contra Trump, con una sola idea que subyace en el fondo de esta insidia global: si eres cristiano eres un ultra.

El NOM no ha lanzado una serie de protestas en Estados Unidos -una "marea humana", como asegura RTVE- sino todo un movimiento mundial contra Trump y con una sola idea: si eres cristiano eres un ultra. Es el mismo mensaje de Pedro Sánchez en España: si discrepas de mí eres un fascista

Cuidado, porque es el mismo mensaje de Pedro Sánchez en España: si discrepas de mí es que eres un fascista, movido por intereses inconfesables. Y ha logrado que el infundio cuele en buena parte del cuerpo social español.

Sinceramente, no me extrañaría que, entre las distintas variables de futuro que maneja el Nuevo Orden, estuviera la de acabar físicamente con Donald Trump, en el caso de que no pueden vencerle en el debate social. Y no pueden.

El NOM es, ahora mismo, comunismo biológico.  Dos normas: ganar el poder, no mediante la revolución, sino mediante las urnas. Y una vez alcanzado manipular las urnas todo lo posible.

El otro, la nueva antropología 'woke', en la que el hombre pretende convertirse en Creador de sí mismo, en criatura autónoma. Y claro, se lleva cada tortazo...

La cristofobia reinante en todo Occidente, así como al cristianofobia reinante en Oriente, no comprende que el hombre es un ser contingente, que no puede dar razón de su existencia. No nacimos, nos nacieron y nadie nos pidió permiso para que nos nacieran con las condiciones con las que nacimos: sexo, raza, inteligencia, riqueza, altura, peso o nacionalidad.

El NOM es, ahora mismo, comunismo biológico. Con dos normas: ganar el poder, no mediante la revolución sino mediante las urnas y, a partir de ahí perpetuarse en el poder. El otro es la nueva antropología woke, en la que el hombre pretende convertirse en creador de sí mismo, en criatura autónoma. Y claro, se lleva cada tortazo...

Sencillamente, nos nacieron porque sólo Cristo, nuestro Creador, así lo decidió. Nosotros sólo somos creaturas y debiéramos estarle agradecidos.

Vamos, que Trump será un bocazas presumido -yo creo que más bien en un cachondo mental, afortunadamente- pero es uno de los escasos líderes mundiales, que comprende que somos criaturas contingentes, así que lo nuestro... no es para tanto.

En cualquier caso, no lo duden: los católicos debemos apoyar a Trump. Nos jugamos mucho en ello.