Manifestación en defensa de la Iglesia en Nicaragua
Nicaragua sufre una dictadura impuesta por el régimen de Daniel Ortega, que de cara a las próximas elecciones generales del 7 de noviembre, se está dedicando a encarcelar a opositores —ya una treintena— y obstaculizar todo lo posible la labor de la oposición. En esas elecciones, el actual presidente-dictador de Nicaragua busca ser reelegido por cuarta vez consecutiva.
En ese contexto, la Comisión de Justicia y Paz de la Arquidiócesis de Managua lamentó las detenciones arbitrarias de candidatos presidenciales que han ocurrido en el país y señaló que las elecciones generales del 7 de noviembre se están viendo empañadas por la falta de condiciones democráticas, recoge Aciprensa.
En un comunicado publicado este 10 de agosto, la comisión indicó que los sucesos políticos en el país durante el año electoral han generado “sentimientos de frustración, impotencia y dolor” entre la población por la “encarcelación de precandidatos y candidatos a la presidencia y vicepresidencia de la república, así como de dirigentes y activistas políticos y periodistas”.
“A lo que se suman las amenazas a nuestra Iglesia Católica, ofensas a sus sacerdotes y obispos, limitaciones a la visa o la residencia de sacerdotes extranjeros, hostigamientos a los feligreses laicos y otras acciones ilegales e intimidantes”, agregó.
Los candidatos de la oposición han sido forzosamente excluidos de la contienda al privarlos de libertad y quitarles sus derechos ciudadanos
La Comisión de Justicia y Paz indicó en su comunicado que el pueblo nicaragüense tiene el derecho de “optar por diferentes opciones políticas”, pero se encuentran impedidos de expresar su libertad en las elecciones porque “los candidatos de la oposición han sido forzosamente excluidos de la contienda al privarlos de libertad y quitarles sus derechos ciudadanos”, añade Aciprensa.
“El proceso electoral que debería ser una fiesta cívica se vive con temor e incertidumbre porque no existen condiciones para unas elecciones democráticas”, agregó. Además, señaló que el sufrimiento del pueblo se ve agravado por una nueva ola de contagio de la pandemia que “sigue causando muertes, hospitalizaciones y restricciones a la normalidad”, que obliga a actuar con responsabilidad con las “medidas sanitarias necesarias”.
“Los católicos fieles cumplen las recomendaciones pastorales encaminadas a cuidar la salud de cada cual y la de los demás”, remarcó.La comisión lamentó la nueva ola de migración de nicaragüenses, “en su mayoría jóvenes”, que deben abandonar el país por “la inseguridad, el desempleo, la incertidumbre sobre el futuro del país, entre otras razones”, explica Aciprensa.
Asimismo, remarcó que acompañan al pueblo del que son parte, uniéndose a “sus sufrimientos, temores e incertidumbres”, y resaltaron que promueven la paz y animan a “poner toda esperanza y el futuro de nuestra patria en las manos de Dios, que con su Santa Palabra nos consuela y anima”.
“El Señor es mi fortaleza y mi salvación, mi libertador, mi Dios; la roca que me ampara, escudo y fuerza de mi salvación, mi mayor refugio”, recordó.
Finalmente, pidió la intercesión de la Virgen María por Nicaragua, “que tanto la ama, ante su hijo, Señor de la Historia y Príncipe de Paz, Jesucristo Nuestro Señor”, concluye Aciprensa.