Y con respecto a las elecciones presidenciales del año que viene, para las que queda menos de un año, todo apunta a que veremos nuevamente un enfrentamiento entre Donald Trump y Joe Biden
A menos de dos meses para las elecciones de mitad de mandato donde se renueva la totalidad del Congreso, un tercio del Senado y 36 de los 50 gobiernos estatales, el presidente Joe Biden y los demócratas siguen alentando el conflicto civil y la violencia contra la oposición republicana. En un mitin en el Estado de Maryland, Biden ha calificado a los republicanos trumpistas de “amenaza para la democracia” y “semifascistas”, manifestando así:
“Los republicanos trumpistas no solo amenazan nuestros derechos personales y nuestra seguridad económica, son una amenaza para nuestra propia democracia. Se niegan a aceptar la voluntad del pueblo. Abrazan la violencia política. No creen en la democracia… Son semifascistas”.
La utilización del término “fascista” para vilipendiar a los rivales es algo a lo que en España estamos acostumbrados por parte de la izquierda radical pero se trata de un lenguaje desconocido hasta hace pocos años en Estados Unidos
No es la primera vez que Biden insulta con virulencia a los millones de americanos que se oponen a su agenda radical. Es curioso que sea el propio Biden quien acuse a los trumpistas de dividir al país, cuando es precisamente el progresista inquilino del Despacho Oval, el que señala públicamente y alienta los ataques contra los republicanos trumpistas, que son la abrumadora mayoría del Partido Republicano. Ya a principios de año, el presidente Biden calificó a los republicanos de amenaza para el Estado. Entonces, el líder republicano en el Senado, el senador Mitch McConnell, respondió a Biden así: “Hace un año, el presidente Biden dijo que no quería que los americanos se vieran como adversarios, sino como vecinos. Ayer, llamó a millones de americanos “enemigos domésticos”.
Si bien la utilización del término “fascista” para vilipendiar a los rivales es algo a lo que en España estamos acostumbrados por parte de la izquierda radical, se trata de un lenguaje desconocido hasta hace pocos años en Estados Unidos.
Lo cierto es que los ataques de Biden contra los republicanos trumpistas -en inglés MAGA republicans, en referencia al lema electoral de Donald Trump, Make America Great Again, “Hacer América Grande de Nuevo”- es un ataque contra la práctica totalidad de la oposición republicana, dado que como expusimos en Hispanidad, los sondeos reflejan que la abrumadora mayoría del partido es trumpista, y que la exigua minoría antitrumpista del partido ha sido relegada al olvido por las bases republicanas. Recordemos el caso de la líder del sector antitrumpista del partido, Liz Cheney, que el pasado mes de agosto fue barrida en las primarias republicanas de Wyoming y ni siquiera podrá presentarse a la reelección como congresista. El mismo camino han seguido la mayoría de los aliados de Cheney contrarios a Trump.
Muchos analistas olvidan que Trump cuenta con el apoyo de casi la totalidad del Partido Republicano. Biden ha partido la nación en dos
Las palabras de Biden han sido condenadas por los líderes republicanos más relevantes. El senador republicano por Florida Marco Rubio ha advertido que Joe Biden y los demócratas están “criminalizando y deshumanizando a los republicanos” y que “no solo atacan a los líderes políticos sino también a los propios votantes”. Y además de las palabras de Biden, Marco Rubio ha puesto como ejemplo las declaraciones del demócrata Charlie Crist, rival de Ron DeSantis en las elecciones a gobernador de Florida del próximo mes de noviembre, que calificó a DeSantis y sus simpatizantes como “personas llenas de odio” señalando que: “Aquellos que apoyan al gobernador DeSantis deberían quedarse con él y votar por él. No quiero su voto. Si tienen ese odio en su corazón, guárdelo”.
Frente a la violenta campaña de Biden y los demócratas, el congresista republicano afroamericano por Florida, Byron Donalds, ha calificado de autócrata al presidente y ha recordado que los republicanos trumpistas son los que están salvando a América afirmando así: "En realidad es un autócrata a quien no le importa la Constitución y el imperio de la ley. Nosotros, los republicanos trumpistas, somos los que luchamos por el alma de Estados Unidos, somos los que tenemos que salvar a Estados Unidos de Joe Biden y los demócratas”.
El senador republicano Lindsey Graham ha rechazado la etiqueta de fascista y promovedor de la violencia que Biden ha dedicado a los líderes y votantes republicanos y ha recordado a Biden que fue precisamente su propia vicepresidenta Kamala Harris quien apoyó la violencia del movimiento marxista Black Lives Matter (BLM) y del grupo anarquista Antifa señalando así: “Yo rechazo la violencia. Pero, señor presidente, necesita hablar con la vicepresidenta de los Estados Unidos, su vicepresidenta, sobre financiar a los violentos manifestantes. ¿No fomenta eso la violencia?". Graham recordaba así que la actual vicepresidenta Kamala Harris, en su etapa como senadora por California apoyaba las campañas de financiación para pagar la salida de prisión de los agresivos y violentos manifestantes de BLM y Antifa.
La vicepresidenta de EEUU, Kamala Harris, apoyó la violencia del movimiento marxista Black Lives Matter (BLM)
El presentador estrella de Fox News, Tucker Carlson, acostumbrado a ser vilipendiado e insultado por los líderes demócratas, ha señalado que “Biden usa su discurso para redefinir la oposición política como nazis, lo opuesto a la unidad nacional”.
Lejos de cuestionar la violencia verbal del presidente Biden, sus compatriotas demócratas han apoyado y jaleado los ataques contra los republicanos. Así, precisamente Charlie Crist, rival de Ron DeSantis, ha manifestado que “el presidente Biden dice la verdad cuando califica como semifascistas a los republicanos” y ha vuelto a insultar a su rival DeSantis señalando que es “antidemocrático”.
A menos de dos meses para las elecciones de noviembre, Biden alienta la violencia contra la oposición republicana y hace peligrar todavía más la paz social en la primera potencia mundial.