Semana convulsa en el Congreso de Estados Unidos. Esta semana se ha acordado la destitución del presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el republicano Kevin McCarthy, quien ostentaba el cargo desde el pasado mes de enero. La cuestión no es baladí, dado que se trata de la tercera autoridad de la nación, solo por detrás del presidente y del vicepresidente.

La iniciativa de la destitución corrió a cargo de ocho congresistas de su propio partido, liderados por el congresista por Florida, Matt Gaetz. En todo caso, la decisión salió adelante en una ajustada votación de 216 a 210, con 7 abstenciones. Los 208 demócratas presentes en la Cámara Baja votaron a favor de la destitución de McCarthy junto a los ocho republicanos díscolos. Los votos contrarios a la cacería corrieron a cargo de los 210 republicanos restantes.

La idea de derrocar a McCarthy parte de ocho congresistas republicanos que pertenecen al sector libertario, liderados por el congresista Gaetz. Son los mismos que ya se opusieron a la elección de McCarthy como presidente. Y sorprende el relato de la progresía mediática de que ocho congresistas trumpistas han tumbado a McCarthy, cuando lo cierto es que el expresidente Donald Trump apoyó la elección del californiano y, sobre todo, teniendo en cuenta que la amplia mayoría de los congresistas republicanos son trumpistas.

Conocidos trumpistas como el expresidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, han cargado con firmeza contra los ocho congresistas a los que ha calificado como “traidores”

No hay más que ver las propias primarias republicanas, donde Trump goza del apoyo declarado de 76 de los 221 congresistas de su partido, una cifra sumamente elevada, máxime en un marco de primarias donde los representantes no suelen apoyar decisivamente a ningún candidato. De hecho, del resto de candidatos republicanos, Ron DeSantis apenas goza del apoyo de 6 congresistas, y el resto de candidatos oscila entre 0 y 2.

Como ya explicamos en Hispanidad, si bien la posición del sector libertario de la formación tenía justificación económica, resulta un error político injustificable y un disparo en el pie, dado que no puede atribuirse a McCarthy el incumplimiento del techo de gasto, sino al presidente Joe Biden, que es quien presiona a la Cámara con el cierre de la Administración en el caso que no se le conceda más dinero para gasto público. El gran problema de los libertarios es que, aun defendiendo ideas bien fundadas, tienen gran propensión al anarquismo…lo cual genera el caos.

Una decisión política absurda que supone sacrificar a un líder, que si bien no era perfecto, había desarrollado una gran actividad como líder de la Cámara Baja y, en particular, contra la corrupción del clan Biden.

Los ocho congresistas díscolos deberían pensar que su iniciativa ha salido adelante con el voto de todos los demócratas, que han visto una oportunidad de oro para cargarse a McCarthy, lo cual demuestra que tal vez el republicano no era tan mal líder.

El expresidente Trump ha anunciado su apoyo a Jim Jordan para convertirse en el próximo presidente de la Cámara de Representantes

Conocidos trumpistas como el expresidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich, han cargado con firmeza contra los ocho congresistas a los que ha calificado como “traidores” y ha exigido que “sean desafiados en las primarias y que así desaparezcan de la vida pública”.

También ha sido el caso del congresista por Ohio y presidente del Comité Judicial del Congreso, Jim Jordan, que ha votado a favor de la continuidad de McCarthy y del congresista republicano Garret Graves, quien ha comparado a Gaetz con el sector antisistema del Partido Demócrata liderado por la congresista de extrema izquierda Alexandria Ocasio Cortez, indicando así: “Hubo ocho supuestos republicanos que se unieron a 208 demócratas para derrocar al presidente republicano…no puedo creer que (Gaetz) sea tan estúpido como para ser utilizado, manipulado por Alexandria Ocasio Cortez y otros para crear este resultado".

Ahora, el siguiente escenario es la elección de un nuevo presidente para la Cámara Baja, donde los republicanos ostentan la mayoría. Entre los favoritos a la sucesión de McCarthy destacan Jim Jordan y Steve Scalise, este último líder de la mayoría republicana en el Congreso y, por tanto, número dos de los republicanos en la Cámara Baja. Se trata de dos congresistas bien valorados dentro del grupo republicano, cabe reflejar que el expresidente Trump ha anunciado su apoyo a Jordan para convertirse en el próximo presidente de la Cámara de Representantes.