Por favor, no se pierdan este vídeo. Habla de la inteligencia artificial (IA), que no es más que un alumno de la inteligencia natural (IN), y no siempre un buen alumno, porque es muy riguroso, muy completo... y muy tonto. Capaz de repetir los tópicos de la inteligencia natural, pero mucho más completos, mucho más ordenados, mucho más idiotas. ¿Qué sale de la IA? Lo mismo que le introduce la IN, pero exagerado, porque la IA hace las ecuaciones a mayor velocidad que la IN y, encima, nunca se olvida de nada.

Así, nuestra maquinita asegura que en 2030 habrá una guerra, que será nuclear y cuya causa será la falta de recursos.

Es decir, que la IA está repitiendo el tópico de la IN de los últimos años del pasado siglo, la tontuna de la bomba demográfica. Ya saben que la humanidad crecía en progresión geométrica mientras los recursos lo hacían en progresión aritmética. Cuando lo de la bomba demográfica resultó demasiado falso, evolucionó hacia otra necedad llamada apocalipsis climático y, visto que el proceso no se aceleraba lo suficiente, ahora nos predice la guerra nuclear global para 2030.

Y no digo yo que no pueda haber una guerra nuclear global en 2030, pero no será por falta de recursos sino por exceso de mala leche... como en todas y cada una de las fases de la historia. Porque el hombre no desertiza la naturaleza sino que la fertiliza pero, ya lo ven, ninguna IN le ha enseñado eso a ninguna IA. 

No le ha enseñado, por ejemplo, que este planeta puede alimentar a decenas de humanidades, si se cuida convenientemente. No, el motivo de las guerras, al igual que el sentido de la historia, es que el hombre fue creado libre por Dios y en uso de su libertad, puede ser un santo... o un cabronazo de grandes dimensiones.

Pero esto no lo dice la IA porque ninguna IN se lo ha comunicado. 

O estás 'IN' o estás 'IA'. Y, sobre todo, más confianza en Dios y menos en la IA.