Empezamos esta crónica semanal de Hispanoamérica  —en la que hacemos especial énfasis en la defensa de la vida, la familia natural, la libertad de enseñanza y el bien común, es decir, los principios no negociables establecidos por Benedicto XVI— y es que en República Dominicana la lucha para aprobar el aborto se ha reanimado. 

República Dominicana es uno de los seis países hispanoamericanos que prohíbe el aborto sin excepción, se penaliza sin excepción y, según el Código Penal, cualquier persona que aborte se enfrenta hasta a dos años de cárcel, para médicos o enfermeras, la pena va de cinco a 20 años de prisión.

El partido que gobierna en el país prometió durante la campaña electoral que aprobaría una ley con tres causas de despenalización, vida y salud de la mujer, violación o inviabilidad del feto, pero las reivindicaciones feministas se vieron frustradas cuando hace unos meses el Senado aprobó un proyecto de ley de un nuevo código penal que no incluía estas tres causas. 

En el contexto de aprobación de este nuevo Código Penal, el presidente de República Dominicana, Luis Abinader, se ha pronunciado en varias ocasiones a favor de la despenalización del aborto, lo que ha hecho que el debate sobre la vida y el supuesto derecho al aborto se reavive. 

Nos vamos a México, donde el P. Francisco Gallardo López, responsable de la Pastoral de Movilidad Humana de la Diócesis de Matamoros, en el estado mexicano de Tamaulipas, denunció que el secuestro de migrantes en el norte del país se ha convertido en “una constante”, informa ACI Prensa.

Hace apenas unos días las autoridades mexicanas anunciaron el rescate de 31 migrantes que habían sido secuestrados cuando viajaban en un camión con dirección a Estados Unidos. 

Nos vamos a Chile, concretamente a la Isla de Pascua, que celebra 160 años de evangelización. La comunidad católica de uno de los territorios más remotos del mundo celebró el aniversario de la llegada del primer misionero, en el año de 1864. El obispo de la diócesis de Valparaíso hizo una memoria agradecida de la labor de la Iglesia Católica y animó la traducción a la lengua local de los textos litúrgicos y bíblicos.

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Y terminamos en Nicaragua, donde un informe de la abogada e investigadora nicaragüense Martha Patricia Molina, recopila los ataques del régimen de Ortega y Murillo contra la Iglesia Católica desde 2018. La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, su esposa y vicepresidenta, terminó 2023 con dos obispos, 15 sacerdotes y dos seminaristas secuestrados. El último de estos raptos se realizó el 31 de diciembre, cuenta ACI Prensa.

Fue el caso de P. Gustavo Sandino Ochoa, párroco de la parroquia Nuestra Señora de los Dolores en Santa María de Pantasma, en la Diócesis de Jinotega, “fue secuestrado por policías y paramilitares”. El presbítero “padece de múltiples enfermedades”. 

Este es el caso más reciente pero no el único, la captura de Mons. Isidoro del Carmen Mora, Obispo de la Diócesis de Siuna, o el de Mons. Rolando Álvarez, Obispo de Matagalpa, son otros de la larga lista de secuestros de la dictadura de Ortega.