La guerra en Ucrania cumple este lunes 396 días desde el inicio de la invasión rusa. En Bajmut, la batalla "se ha estancado", según la inteligencia británica, debido al "desgaste" de las tropas en ambos bandos. 

Pero el anuncio del presidente ruso Vladimir Putin de desplegar en Bielorrusia armas nucleares tácticas ha generado inquietud en la comunidad internacional. 

Por ejemplo, el Alto Representante de la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, ha advertido de que Bruselas podría imponer nuevas sanciones a Rusia si finalmente envía armas nucleares a Bielorrusia. "Si Bielorrusia acoge armas nucleares rusas sería una escalada irresponsable y una amenaza a la seguridad europea", ha apuntado Borrell. "Bielorrusia aún puede impedirlo. Es su elección. La UE está dispuesta a responder con más sanciones", ha añadido.

Para la OTAN, la "retórica" de Moscú es "peligrosa e irresponsable", aunque no ve cambios en la postura nuclear de Rusia que le lleven a revisar la de la propia Alianza. Pero EE. UU. no cree que el Kremlin se esté preparando para usar armas nucleares.

Mientras que Kiev dice que el país de Lukashenko es un rehén del Kremlin, y ha pedido una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU. Según la ONU, por cierto, desde el inicio de la invasión rusa 8.217 civiles han muerto en Ucrania.

Putin, por su parte, acusa a la OTAN de intentar crear un eje global como la Alemania nazi, y desmiente una posible alianza militar con China. 

De su lado, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha dicho en un tuit que "nadie puede alejarse mentalmente de la guerra" y llama a los ucranianos a que "ayuden en la defensa" porque la fuerza de Ucrania es "la fuerza de todos los que luchan y de todos los que ayudan a los guerreros".