Durante más de dos décadas, Ferdinand Marcos fue presidente de Filipinas. Desde su llegada al poder en 1965, sometió a los filipinos a través de un gobierno brutal y corrupto, y tras imponer la ley marcial en 1971, Marcos apresó a 70.000 opositores, torturó a la mitad de ellos y acabó con la vida de al menos 3.240, según datos de Amnistía Internacional.

Tanta corrupción le dejó sin apoyo del ejército, y en 1986, la revolución no-violenta hizo que Ferdinand saliera del país junto a su mujer, Imelda, partícipe también en la opresión hacia los filipinos, recuerda La Razón.

Ahora, años después, su hijo Ferdinand Marcos Jr, más conocido como Bongbong Marcos, será el nuevo presidente de Filipinas. Tomará posesión de su cargo el 30 de junio para un único mandato de seis años.Sara Duterte-Carpio, hija del actual presidente Rodrigo Duterte, será la vicepresidenta del país.

Y es que el hijo del difunto dictador logró una victoria aplastante en la elección presidencial en Filipinas, una apuesta del país asiático por que el regreso al poder de esta dinastía al poder traiga un alivio a la pobreza pese a los cuestionamientos que la rodean, recoge Infobae.

Bongbong Marcos será el nuevo presidente de Filipinas y tomará posesión de su cargo el 30 de junio para un único mandato de seis años. Y la hija de Rodrigo Duterte, Sara Duterte-Carpio, será la vicepresidenta

Con casi todas las papeletas escrutadas, Ferdinand Marcos hijo había conseguido el 56% de los votos, más del doble que la candidata liberal Leni Robredo, según resultados la Comisión Electoral.

Unos 67 millones de filipinos estaban habilitados a votar en estas elecciones generales en las que se elegían además vicepresidente, diputados, la mitad de los senadores, los gobernadores de provincia y otros miles de responsables locales.

Tras seis años de gobierno autoritario de Rodrigo Duterte, defensores de derechos humanos, la Iglesia Católica y analistas políticos han expresado temor de que Marcos se sienta impulsado a gobernar con aún más dureza si gana por amplio margen, añade Infobae.

El todavía presidente de Filipinas, Duterte, anunció en octubre de 2021 que se retiraría de la vida política cuando termine su mandato y que no se presentaría a las elecciones para el cargo de vicepresidente en 2022, como tenía previsto. Duterte aseguró que cambió de opinión basándose en “el sentimiento universal del filipino reflejado en las diferentes encuestas y en muchos foros y, bueno, charlas y reuniones para discutir lo que debo hacer en mi vida”. “El sentimiento abrumador del filipino es que no estoy cualificado, y que se trataría de una violación del espíritu constitucional”, añadió.

No obstante, su hija, Sara Duterte-Carpio, será la nueva la vicepresidencia del país.