A finales de agosto conocíamos que Mark Zuckerberg había reconocido que el FBI presionó directamente a su empresa, Meta -el conglomerado que abarca Facebook, Instagram, WhatsApp y Messenger-, para que censurase las informaciones relacionadas con el hijo del entonces candidato y hoy presidente de EEUU, Joe Biden.

En Hispanidad, Ignacio Aguirre ya denunció que Biden padre extorsionó a Ucrania para favorecer a su hijo Hunter, y también informamos sobre la exclusiva del diario New York Post sobre que Joe Biden y su hijo Hunter recibieron comisiones por su intermediación a favor de las autoridades chinas. Además, publicamos un vídeo en el que se podía ver a Hunter en una habitación pesando drogas. Ya informamos que durante la campaña presidencial de 2020, el diario New York Post publicó noticias acerca de presuntas actuaciones de tráfico de influencias y corrupción, cometidas por Hunter Biden, con la ayuda de su padre, Joe Biden. Dicha información procedía de un ordenador portátil propiedad de Hunter, que él mismo abandonó en una tienda de reparaciones, en Delaware.

En su día, los medios de comunicación negaron la autenticidad de la historia, calificaron el asunto del portátil como un “bulo ruso” y censuraron las informaciones sobre corrupción del clan Biden, en las semanas previas a las elecciones. Así, cuando el New York Post, el cuarto periódico de mayor circulación del país, trató de publicar sus artículos sobre la corrupción del clan Biden en Twitter, la red social dirigida entonces por el progresista multimillonario Jack Dorsey, censuró al rotativo neoyorquino. Pero con el paso de tiempo se ha demostrado la autenticidad de dichas informaciones y, por supuesto, nadie ha asumido su responsabilidad.

Este escándalo no solo reconfirmó que las informaciones eran reales sino que sacó a la luz que las redes sociales Twitter y Meta decidieron frenar la difusión de esta noticia a través de sus redes, algo que admitía el propio Zuckerberg. 

Ahora se sabe que detrás de esta censura de información y de las conversaciones con el FBI hay un nombre propio: James Baker, asesor de twitter que antes lo fue también del FBI. Así lo ha sabido el propio Elon Musk, nuevo dueño de Twitter, que ha decidido despedir a Baker por estas actuaciones. 

"A la luz de las sospechas sobre el posible papel de Baker en la supresión de información importante para el diálogo público, hoy fue despedido de Twitter", escribió Musk, quien asegura que lo ocurrido con el portátil de Hunter Biden fue "poco convincente". Además, se relaciona a Baker con la difusión del bulo de la "trama rusa" contra el ex presidente Trump. Estos hechos han motivado el despido de Baker por parte de Elon Musk.

En el aire continúan varias cuestiones, ¿qué hubiera pasado si todos los escándalos de la familia Biden se hubieran hecho virales? Si las elecciones no fueron del todo transparentes, y a eso se le suma la confesión de Zuckerberg, ¿quién es el legítimo ganador de las elecciones de 2020? Y, en entredicho, la imparcialidad y el trabajo del FBI, los mismos que asaltaron la residencia de Donald Trump.