Imaginen un alto cargo del Gobierno de Estados Unidos (por ejemplo, un vicepresidente) que está mediando en un conflicto bélico entre dos naciones (supongamos Rusia y Ucrania). Piensen en un hijo díscolo del citado alto cargo que pretende hacer negocios ilegales en dichas naciones que se encuentran en guerra. Su padre no solo no pone coto a dichas deplorables actitudes, sino que las promueve, e incluso extorsiona a uno de los países en conflicto. Podrían pensar que se trata de la trama de un thriller político. Pero no, no es ninguna película, se trata de las terribles revelaciones que se contienen en los mails de Hunter Biden, hijo del exvicepresidente de los Estados Unidos y actual candidato demócrata a la presidencia Joe Biden, que ahora han visto la luz.

La mencionada trama se origina en el año 2014, en el marco de la invasión de Crimea por Rusia y la llegada de un nuevo gobierno a Ucrania tras una revuelta popular. En este momento, y siendo precisamente el entonces Vicepresidente Joe Biden el encargado de coordinar las relaciones de EEUU con el nuevo gobierno ucraniano, su hijo Hunter pasó a formar parte del consejo de dirección de Burisma, una de las compañías de gas más importantes de Ucrania. Este evidente tráfico de influencias era sobradamente conocido e intencionalmente ignorado por los medios de comunicación. Sin embargo, el caso ha adquirido una nueva derivada, y lo que comenzó como un tráfico de influencias familiares, ha devenido en un deleznable caso de extorsión.

El equipo de campaña de Joe Biden, ha corrido rápido a desmentir que se produjeran dichas reuniones, y ha afirmado que la campaña contra los Biden es fruto de la “desinformación rusa”

Esta semana, el diario New York Post (no Times) ha sacado a la luz unos correos electrónicos del año 2015, que reflejan como un ejecutivo de la compañía Burisma, Vadym Pozharskyi agradecía a Hunter Biden que le facilitara poder reunirse en Washington con su padre, el entonces Vicepresidente Joe Biden. Las gestiones de Biden padre debieron ser muy efectivas, por cuanto ocho meses después de dicha reunión, el entonces presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, despedía al fiscal general del país, Viktor Shokin, que estaba investigando por corrupción a la empresa Burisma. El motivo: Biden habría presionado al Gobierno ucraniano con que Estados Unidos dejaría de concederle préstamos a Ucrania por valor de un billón de dólares, si no cesaba al Fiscal General que investigaba a la petrolera ucraniana donde trabajaba su hijo Hunter.

El equipo de campaña de Joe Biden, ha corrido rápido a desmentir que se produjeran dichas reuniones, y ha afirmado que la campaña contra los Biden es fruto de la “desinformación rusa”. Una explicación ciertamente errática, por cuanto en los últimos meses se ha acreditado que el origen de la farsa de la trama rusa estaría precisamente en la Administración Obama-Biden y en el equipo de campaña de Hillary Clinton, durante el año 2016.

No obstante, la preocupación crece en las filas demócratas, y prueba de ello, es que las redes sociales Facebook y Twitter que, como apuntábamos, están imponiendo una censura contra Donald Trump, han procedido a censurar las informaciones acerca de los mails de Hunter Biden. Esta actuación es incluso más grave si cabe, porque se está censurado al New York Post, el cuarto diario con mayor circulación de EEUU.

Biden deja pasar los días hasta el 3 de noviembre para ahogar el escándalo, Los medios norteamericanos, mayoritariamente demócratas y sobre todo,  anti-Trump, le apoyan con su vergonzoso silencio

También resulta especialmente lamentable la actitud demócrata, dado que el motivo por el cual los demócratas promovieron el fraudulento y fallido procedimiento de destitución o impeachment contra el Presidente Trump, fue precisamente por una supuesta extorsión por parte de Trump a su homólogo ucraniano. No sólo es que no hubiese prueba alguna de ello, sino que ahora resulta que es el clan Biden quién aprovechó para hacer negocios ilegales en Ucrania y quién extorsionó al Gobierno ucraniano. Una actuación digna de un grupo mafioso.

Aun así, la preocupación crece en el Partido Demócrata, que trata de ocultar a su candidato lo más posible

Por su parte, en el flanco republicano, las reacciones no se han hecho esperar. Durante un mitin  en el Estado de Iowa, el presidente Trump denunció las actividades ilegales y la extorsión de Joe Biden al Gobierno ucraniano. Trump afirmó que Biden debe una disculpa al pueblo americano por ser un corrupto, y retó al candidato demócrata a que haga públicos todos los correos electrónicos, llamadas telefónicas y documentos relacionados con las actividades empresariales y políticas de su familia.

Desde luego si Biden no tiene nada que ver con estas acusaciones, no debería tener problema en acceder a dicha petición. No obstante, el silencio y la censura mediática acerca de este asunto, no hacen sino abonar la teoría acerca de la culpabilidad del clan Biden.

Con esto ya se sabe, que parezca un accidente, Joe…