Transcurridos ya más de dos años en la Casa Blanca, esta semana el presidente Biden ha pronunciado el discurso anual del Estado de la Unión. Un discurso donde, además de remarcar sus clásicas posturas progresistas, en materia de aborto e ideología lgtbi, destacó por una idea: que Estados Unidos deje de ser Estados Unidos. Las palabras de Biden podrían ser suscritas por cualquier presidente de la vieja Europa, pero llama la atención en un presidente estadounidense, que en lugar de hablar de libertad personal, hable de igualdad, que en vez de libertad económica, habla de subidas de impuestos y de intervencionismo estatal, que en lugar de hablar de seguridad y lucha contra el crimen, hable de luchar contra los abusos policiales.

La respuesta republicana corrió a cargo de Sarah Huckabee Sanders, actual gobernadora de Arkansas, quien fuera secretaria de Prensa de la Casa Blanca durante la presidencia de Donald Trump e hija del también antiguo gobernador republicano de Arkansas Mike Huckabee, icono de la formación conservadora. Sanders centró su discurso en cargar contra la ideología woke que promueve Joe Biden, en contra de los valores tradicionales Americanos, señalando así:

“El presidente Biden y yo no tenemos mucho en común. A los 40 años, soy la gobernadora más joven del país y a los 80 él es el presidente de mayor edad en la historia de Estados Unidos. Soy la primera mujer en dirigir mi Estado y él es el primer hombre en entregar esta presidencia al movimiento woke que ni siquiera puede decirte qué es una mujer”.

“Ya sea que Joe Biden crea en esta locura o simplemente sea demasiado débil para resistirla, su Administración ha sido completamente secuestrada por la izquierda radical”, continuó Sanders.

Algo de lo que no se libran ni los menores, así la gobernadora denunció: “A nuestros hijos se les enseña a odiarse unos a otros debido a su raza, pero no a amarnos unos a otros o a nuestro gran país".

Sarah Huckabee Sanders centró su discurso en cargar contra la ideología woke que promueve Joe Biden, en contra de los valores tradicionales Americanos

Sanders también criticó las políticas de altos impuestos que están llevando a la ruina a los estadounidenses: “En la América de la izquierda radical, Washington te fríe a impuestos y prende fuego a tu dinero ganado con tanto esfuerzo, mientras te aplastan los altos precios de la gasolina y encuentras los estantes de los supermercados vacíos”. 

“La línea divisoria en Estados Unidos ya no es entre derecha e izquierda. La elección es entre lo normal y lo desequilibrado”, concluyó la gobernadora.

También cargó duramente contra el discurso de Biden, el expresidente y candidato a la reelección Donald Trump, quien comenzó recordando la grave crisis de criminalidad que sufre EEUU, agravada por la laxa política de lucha contra el crimen de Biden señalando así:

“Aquí está el verdadero Estado de la Unión… Los cárteles de la droga están recaudando miles de millones de dólares del contrabando de veneno para matar a nuestra gente. Asesinos salvajes, violadores y criminales violentos están siendo liberados de la cárcel para continuar con su ola de crímenes y, bajo Biden, la tasa de homicidios ha alcanzado el nivel más alto en la historia de nuestro país.

Continuó recordando las consecuencias de la funesta política económica de Biden de gasto público sin control, y aumento de la inflación: Biden y los demócratas radicales han derrochado billones de dólares y provocado la peor inflación en medio siglo. Los salarios reales han caído en picado. Los precios de la gasolina se han disparado y la familia media estadounidense está pagando 2.200 dólares en gastos adicionales por energía y alimentos.

Por último, el expresidente denunció la politización del FBI, el adoctrinamiento en las aulas y advirtió de los peligros de la política exterior de Biden, recordando que su imprudente postura en el conflicto entre Ucrania y Rusia puede conducir a una conflagración mundial, con el siguiente tenor:

El Departamento de Justicia de Joe Biden, y yo soy una víctima de él, está persiguiendo a sus oponentes políticos. Su Administración está librando una guerra contra la libertad de expresión. Están tratando de adoctrinar y mutilar a nuestros hijos. Nos está llevando al borde de la Tercera Guerra Mundial y, además de todo eso, es el presidente más corrupto de la historia de Estados Unidos.