A Gustavo Petro le ha dado ahora por el papel de mediador. Ni más ni menos que entre Nicolás Maduro y la oposición venezolana. Por el momento, Juan Guaido ya ha tenido que huir del país andino.

El presidente colombiano está muy filosófico y durante su intervención en la Conferencia Internacional sobre el Proceso Político en Venezuela se expresaba tal que así: “...ese ha sido nuestro destino. Ser una sociedad desigual apunta en ser una comunidad pobre que quiere cambios. Y las grandes capitales a veces no quieren entender esa pobrecía”. 

El mandatario destacó que la propuesta “es que podamos convivir si miramos las cosas de forma diferente. Yo creo que el proyecto democrático en América latina puede ser más profundo, rico y multicolor de los que se han generado en Europa y Estados Unidos. A veces peleamos por orgullo”. 

Es más, Petro ha encontrado la clave de todo: los conceptos que unen a Hispanoamérica, que son, a saber: "Democracia, Libertad y Paz". Esto promete.