La Cámara Baja de Estados Unidos ya va por su cuarta votación a nuevo presidente, el que será sustituto de la demócrata Nancy Pelosi, después de que el Caucus de la Libertad haya bloqueado a su compañero de partido, el republicano Kevin McCarthy. El republicano necesita 218 votos para ser elegido y en la tercera votación fallida ha conseguido 202, por lo que se tendrá que volver a votar. 

Lo desertores que están dinamitando al partido han dividido sus votos entre el congresista de Arizona, Andy Biggs, y el congresista de Ohio, Jim Jordan. Aunque ninguno de los dos ha presentado candidatura, es más, el deseo de Jordan no es ocupar el puesto de presidente de la Cámara Baja, sino presentarse a las próximas elecciones y conseguir ser senado federal por Ohio, plaza decisiva y de vital importancia, dado que ahora mismo la ocupa Sherrod Brown, el último demócrata que mantiene un cargo de relevancia en el cada vez más republicano Estado de Ohio, escaño que puede ser decisivo de cara al control del Senado en las próximas elecciones.

Y aquí comienza la manipulación progresista con RTVE a la cabeza, el culpable de todo: Trump. Todos los medios señalan al expresidente y sus seguidores, afirman que es el grupo ultraderechista trumpista el que bloquea la elección, alejándose una vez más de la verdad. 

Efectivamente los miembros del Caucus de la Libertad son trumpistas, pero no son los más allegados al expresidente dentro de los republicanos. La manipulación es tal, que el propio expresidente Donald Trump ha llamado a los congresistas republicanos a apoyar a Kevin McCarthy como nuevo presidente de la Cámara de Representantes. En su cuenta de la red social Truth Social ha hecho un llamamiento a que no conviertan "un gran triunfo en una derrota gigante y vergonzosa". "Es tiempo de celebrar. Os lo merecéis", además ha asegurado que McCarthy hará un "buen trabajo".

El Caucus de la Libertad no se fía de McCarthy, pero por motivos muy distintos a los que los medios señalan. Los 20 miembros se muestran reticentes con McCarthy porque no confían en que este sea capaz de oponerse con suficiente dureza a Biden. Primero, porque dudan que vaya a dar la batalla contra la corrupción de la familia Biden. Segundo, porque los miembros del Caucus de la Libertad son aférrimos defensores del déficit público cero, y Biden está a las puertas de aprobar su proyecto Omnibus con el que disparará el gasto público, algo que McCarthy deberá rechazar frontalmente y con dureza.

Para entendernos, efectivamente McCarthy tiene mucho que demostrar y, por anteriores actuaciones, no es la persona por la que se pondría la mano en el fuego, pero es el mejor candidato. Además, no debemos olvidar que esto solo hace que se de una imagen nefasta del partido republicano.