Tras el comienzo de la campaña electoral en Brasil, que protagonizarán el derechista Jair Bolsonaro y el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, se produjo una noticia en contra de los intereses del actual presidente Bolsonaro, y que da idea de la polarización que afecta al país.

Y es que la Policía Federal de Brasil pidió el miércoles 17 al Supremo Tribunal Federal (STF) autorización para acusar al presidente Bolsonaro de difundir informaciones falsas y cometer incitación al delito respecto a la Covid-19, recoge Telesur.

El ente policial señaló que el mandatario asoció la vacuna contra el coronavirus con el riesgo de desarrollar Sida, relación que, según la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) y otras autoridades sanitarias, es falsa, pues las vacunas lejos de atraer enfermedades, evitan la contaminación.

Según un informe presentado por la Policía al STF, Bolsonaro hizo tales declaraciones en un mensaje directo en sus redes sociales el 21 de octubre del año pasado, lo cual llevó a la población a ignorar las normas sanitarias establecidas por el propio Gobierno, y mostrarse reticente a inocularse.

El ente policial señaló que el mandatario asoció la vacuna contra el coronavirus con el riesgo de desarrollar Sida, relación que, según la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) y otras autoridades sanitarias, es falsa

Según establece el Código Penal brasileño, la incitación al delito es una conducta ilegal que puede llevar a la cárcel de tres a seis meses; al tiempo que aclaran que el jefe de Estado "difundió, libre, voluntaria y conscientemente, una información que no se correspondía con el texto original de su fuente, pudiendo causar una alarma de peligro inexistente a los espectadores".

En cuanto al otro aspirante a la presidencia, el izquierdista Lula da Silva, cabe recordar que el 12 de julio de 2017 fue condenado en primera instancia a más de doce años de prisión por el juez Sérgio Moro, siendo la primera vez en la historia de Brasil que un expresidente era condenado por corrupción pasiva, activa y lavado de dinero. Sin embargo, y tras estar 580 días encarcelado, el juez de la Corte Suprema, Edson Fachin, anuló las sentencias en marzo de 2021, atención, no porque fuera inocente, sino porque, según él, el juez Moro, cuando juzgó a Lula, no tenía la "competencia jurídica" para hacerlo. Gracias al juez Fachin, Lula puede presentarse a estas elecciones.

O sea, mientras a Lula le anulan las sentencias por corrupción y lavado de dinero, al presidente Bolsonaro, que se ha enfrentado a las directrices del Nuevo Orden Mundial (NOM) durante su mandato, le quieren acusar ahora, cuando comienza la campaña electoral, de, supuestamente, informaciones falsas sosbre el Covid.

Así están las cosas en Brasil. ¿Comprenden?