Fray Junípero Serra, un gran santo que atendió a los indígenas y les reconoció su dignidad humana
A pesar de la insistente defensa de San Junípero Serra por parte de líderes católicos, y tras una ola de ataques contra estatuas e iglesias católicas, el alcalde de Los Ángeles (Estados Unidos) decidió retirar el nombre del ‘Apóstol de California’, canonizado por el Papa Francisco, de un parque, recoge Aciprensa.
El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, anunció el 11 de octubre que el nombre temporal del antiguo 'Parque Padre Junípero Serra' será ‘Parque La Plaza’.
En el parque se erigía una estatua de San Junípero Serra, el Apóstol de California, desde la década de 1930. Sin embargo, en 2020 un grupo de violentos manifestantes la derribaron, acusando al santo, que murió en 1784, de estar involucrado en injusticias de la época colonial española.
Cabe recordar que los obispos de EEUU Mons. Gómez y Mons. Cordileone recordaron recientemente que a los indígenas de California los aniquilaron los anglosajones, y no españoles como Junípero Serra, recogió Hispanidad. Los arzobispos indicaron que esa “guerra de exterminio” comenzó más de 60 años después de la muerte del fraile español.
Los arzobispos indicaron que esa “guerra de exterminio” comenzó más de 60 años después de la muerte del fraile español
Todo esto lo explica muy bien María Elvira Roca Barea en su libro ‘Fracasología’ (pag. 434): “La población indígena de California desaparece no durante la época de las misiones franciscanas, sino tras la incorporación del territorio a EEUU de América, como ha demostrado un trabajo reciente publicado en la Universidad de Yale: ‘Cientos de lugares en los que se mató a los indios manchan California desde las secoyas rojas plantadas en la niebla del noroeste hasta los abrasadores desiertos del sudeste. Individuos, grupos privados, milicias del Estado, soldados del ejército de los EEUU llevaron a cabo estos crímenes, en apariencia para proteger a los no indios o para castigar a los indios por presuntos crímenes. Pero de hecho los responsables a menudo buscaron aniquilar a los indígenas californianos entre 1846 y 1873”.
Y añade María Elvira Roca (pag. 435): “Toda esta comunidad multirracial y variada que hablaba español fue despojada de sus derechos de propiedad cuando llegaron a California los estadounidenses. Los ataques con apoyo gubernamental se suceden y afectan a todo el que no pertenece al grupo WASP (White, Anglo-Saxon-Protestant), que acaba de hacerse con el control del territorio”.
“Lo que sucedió en California con la población india no es algo que ocurriera de manera más o menos larvada. Pública y ostentosamente, las autoridades proclaman su propósito de acabar con los indios. Se venden bonos en nombre del estado de California para financiar expediciones contra ellos” (Pag.437).
“El exterminio de la población indígena fue una política de Estado practicada por las autoridades de los EEUU de América con pleno conocimiento de causa. (…) Ingleses, franceses y holandeses suelen atribuirse mutuamente el dudoso honor de haber popularizado el arranque de cabelleras y haberlo convertido en un negocio”, añade Roca Barea. (Pag 441).