"Mejor cuanto antes", "Ya era hora" han sido las primeras declaraciones de Alberto Núñez Feijóo ante el adelanto electoral. El gallego sabe que sale reforzado, según los resultados obtenidos el 28-M, el PP alcanzaría la absoluta y todos los analistas lo ven como el próximo presidente del Gobierno. 

Para el Presidente del PP los resultados de ayer son una muestra más de que los españoles "han dicho basta, hasta aquí hemos llegado". Para el líder popular, "ha ganado otra manera de hacer política en el fondo y las formas". Pero advierte de que lo de ayer no basta, "El sanchismo no ha sido derogado todavía", "sólo hemos empezado", "pero se han convocado elecciones para dentro de 54 días y los ciudadanos deberán expresar con nitidez qué camino quieren tomar".

Feijóo deja claro las dos líneas que, a su parecer, los españoles pueden tomar: "seguir cuatro años con un Gobierno de Sánchez, Unidas Podemos y Bildu" o la alternativa de su partido, por lo que pide "desde hoy, una mayoría clara, incontestable y contundente para iniciar un nuevo rumbo". Se trata de "seguir igual" o "dejar atrás cinco años para olvidar" por "las dañinas consecuencias que están a la vista de todos". 

Para el popular el modelo Sánchez "es un modelo agotado que tiene que acabarse para siempre", "El PP ha ganado en el conjunto de la nación, en 9 comunidades autónomas, ha superado al PSOE en 31 provincias y otras tantas capitales, y se han abierto alternativas de Gobierno en todo el territorio, y donde no, ha sido por un puñado de votos".

Por lo que Feijóo se ve como clara alternativa porque "España quiere pasar página, ha emprendido un camino de renovación imparable y les propongo que recorramos entre todos", "debemos recuperar los valores que nos son propios como sociedad".

"Hoy pido la confianza de los ciudadanos para ser el próximo presidente de España", ha sentenciado Feijóo. 

Como punto curioso, el gallego confiesa haber llamado y hablado con Emiliano García-Page, que ha ganado en Castilla-La Mancha, cosa que no se sabe si ha hecho Sánchez. Y es que el presidente castellano es el último barón socialista y siempre se ha mostrado más o menos crítico con Sánchez, y por ahora no se ha confirmado que ambos miembros del PSOE hayan hablado.