El pasado miércoles, conocíamos que el salario mínimo comenzará el año congelado, ya que no se ha llegado a un acuerdo entre patronal, sindicatos y Gobierno. La vicepresidenta cuarta y ministra de Hacienda, María Jesús (Marisu) Montero, parece ser la nueva adversaria de la ministra de Trabajo y Economía Social y vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz

La CEOE ha pedido, para llegar a un acuerdo en cuanto a la subida del SMI, que se realice la misma subida en los salarios de los empleados públicos, cosa que Montero ha rechazado de manera frontal. 

Pero ya está ahí Yolanda para dejar claro que ella no se rinde: "Vamos a seguir subiendo el salario mínimo, el Gobierno de España está con los trabajadores y los autónomos", aseguraba esta mañana en 'La Hora de La 1'. 

Cosa que está muy bien, pero la fiesta, una vez más, la paga el empresario. Hay que subir el SMI, porque con el actual no se puede formar una familia y porque la subida de precios supone una constante pérdida de poder adquisitivo para el ciudadano, pero ¿qué pasa con el Gobierno?

En las subidas hablamos en términos brutos: es decir, a la cantidad hay que quitarle los impuestos que pagan empleado y empleador, por lo que al trabajador no le llegan ni 1.000. Se trata de un engaño, porque en ningún momento se rebajan las cuotas sociales adjuntas al salario mínimo interprofesional, al contrario, a cada subida del SMI se suma una subida de las cotizaciones sociales

Si el Gobierno está con el ciudadano y con el autónomo, ¿no sería más lógico que empleados y empleadores, no sólo de salario mínimo sino también de salarios bajos, dejaran de pagar cuotas mínimas? Es decir, que se suba el salario del trabajador, no lo que cobra el Estado.