El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones se reunirá este lunes, 14 de julio, con los agentes sociales para negociar el nuevo esquema de cotización de autónomos.

Haciendo gala una vez más de que son el Gobierno más progresista y donde el diálogo social es la bandera, al encuentro no acudirá ATA, según anunció su propio presidente, Lorenzo Amor. Forma de operar ya habitual en Moncloa, lo han hecho con las pensiones, el aumento del salario mínimo... Es decir, en la reunión donde se intentará corregir "todos los problemas" detectados en el esquema de cotizaciones que echó a andar en 2023, no irá la patronal de autónomos. 

El presidente de ATA indicó que no iba a acudir al encuentro mientras no se solucionen los errores que se han registrado y que siguen vigentes en la regularización de las cuotas pagadas en 2023: "No vamos a abrir un nuevo capítulo para el 2026 mientras no se cierre este capítulo que es el año 2023".

Aunque, cuidado, es totalmente criticable que el Gobierno no cuente con la patronal, es entendible la postura de Amor, pero no podemos olvidar que el propio presidente de ATA y vicepresidente de la CEOE, firmó esta reforma. Ahora es fácil arrepentirse, pero el daño ya está hecho. 

Volviendo a la reforma, según anunció el secretario de Estado de la Seguridad Social y Pensiones, Borja Suárez, trabajarán en el diseño de los nuevos tramos de cotización para los años sucesivos, aunque ya anunció que el nuevo sistema estaba siendo "un éxito". Suponemos que para hacer caja a base de asfixiar a los autónomos. La famosa y desastrosa reforma contemplaba un modelo de implantación gradual y cada tres años, ojo, en el seno del diálogo social, se debe determinar el calendario de aplicación de este sistema con un nuevo despliegue de la escala de tramos de ingresos y bases de cotización que, en esta ocasión, estarán vigentes entre 2026 y 2028.

En 2025 concluirá el primero de estos periodos transitorios, al tiempo que ha finalizado el primer proceso de regularización de las cuotas correspondientes al ejercicio 2023 derivado de este nuevo sistema.

Que quede claro que el objetivo de la reforma ya lo aclaró la ministra de la Seguridad Social, Elma Saiz, es “mantener un sistema justo, comprensible y previsible”, que “no deje nadie atrás”. En otras palabras, Saiz continuará subiendo las cuotas de autónomos en 2026, en la misma línea del sistema puesto en marcha por su antecesor, José Luis Escrivá.

Se trata de pagar a la Seguridad Social según los rendimientos netos, de tal manera que el que más gana más paga, supuestamente a cambio de mayores coberturas sociales. Algo que según la minista era una reivindicación histórica de los autónomos, cansados de pagar poco a la Seguridad Social. Ahora pagan más, lo que les hace más felices.

El 'problema' era que el 90% de los autónomos cotizaba por la base mínima y, por tanto, apenas tenían coberturas sociales, y olvídese usted de la pensión. Seguramente podrán pensar que el autónomo no quiere nada de eso, sino que él ya se encargará de sus propias coberturas sociales y de su jubilación, pero no. Elma y José Luis sabían que los autónomos anhelaban contribuir más con el estado para tener listas de espera en la seguridad social o disfrutar de un sistema de pensiones quebrado. En definitiva, los autónomos pagarán más aunque no quieran.