El 9 de marzo de este año, Pedro Sánchez publicaba el siguiente tuit, presumiendo de una supuesta buena relación con las víctimas del terrorismo:

Sánchez víctimas

Poco después, el pasado 10 de julio, el presidente del Gobierno asistía en Ermua al homenaje de Estado a Miguel Ángel Blanco a los 25 años de sus asesinato por ETA. "Debemos seguir empeñados en la memoria, en el recuerdo, en el afecto hacía las víctimas, porque parte de nuestra dignidad como sociedad se la debemos a todas ellas". "El espíritu de Ermua que nació entonces es el espíritu de la unidad y de la paz, de la convivencia y la concordia", subrayaba el presidente del Gobierno.

Luego, en septiembre, saltaba la noticia de que el Gobierno había acercado a trece etarras esa semana a las cárceles del País Vasco, entre ellos a Javier García Gaztelu ‘Txapote’, el que acabó con la vida del concejal del PP de Ermua...

A lo que hay que añadir los acuerdos de Pedro Sánchez con EH-Bildu (recordemos, la coalición en la que se integran los herederos de Batasuna, brazo político de ETA y que nunca ha condenado los asesinatos de la banda terrorista) para sacar adelante sus leyes y poder mantenerse en el poder…

Pues bien:  semejantes hipocresías no han sido pasadas por alto por las víctimas del terrorismo. Según informa La Razón, más de una veintena de asociaciones de víctimas del terrorismo han firmado un manifiesto en el que exigen a los partidos políticos con representación parlamentaria un «cordón sanitario» contra Bildu por el que renuncien a beneficiarse de sus «votos de sangre» hasta que la formación abertzale o «los jefes de ETA que se están beneficiando de los acercamientos» no colaboren en el esclarecimiento de los 379 asesinatos de ETA que continúan impunes.

Las asociaciones recuerdan que el pasado 21 de abril el Parlamento Europeo constató que no se conoce «ni un solo caso de un miembro de la organización» que haya colaborado en la resolución de alguno de estos crímenes

En el escrito, al que ha tenido acceso LA RAZÓN, las asociaciones recuerdan que el pasado 21 de abril el Parlamento Europeo constató que no se conoce «ni un solo caso de un miembro de la organización» que haya colaborado en la resolución de alguno de estos crímenes, una impunidad ante la que reclamó a las autoridades españolas –añaden– «que hicieran todo lo posible por contrarrestarla».

«Tras cinco años de investigación de la Eurocámara –asegura el manifiesto– no hay etarras ni miembros de Bildu que colaboren en el citado esclarecimiento, por lo que entendemos que es necesario hacer algo más contundente». «No podemos permitir –se quejan– que una agrupación política amparada por la legislación democrática no coopere en la resolución de tamaños asesinatos».

Con ese objetivo hacen un llamamiento a todos los partidos para que no impulsen ninguna iniciativa parlamentaria de la mano de Bildu. «Sus votos de sangre no pueden ser blanqueados por el resto de formaciones», defienden, al mismo tiempo que aseguran que «ningún partido democrático debe desentenderse de la insoportable situación que sufren las víctimas de estos asesinatos sin resolver que hacen de España un estado anómalo y un paraíso de impunidad terrorista».

«Mientras los partidos democráticos continúen tratando a Bildu como una formación sin mochila –señalan–, esa cifra no se reducirá». Para las asociaciones de víctimas, todos los diputados «tienen la obligación moral de exigir a la izquierda abertzale y a los jefes de ETA una cooperación con la justicia que hasta el momento no ha demostrado, así como de negar a ambos cualquier rédito o prebenda a cambio de contar con sus votos. No basta con dejar de matar para ser demócrata».

«No son un interlocutor válido para negociar ningún asunto relacionado con nuestro estado de derecho mientras no cooperen en la resolución de estos crímenes», defienden en el comunicado conjunto.

“Los derechos humanos representan un bien jurídico superior y más aún cuando se está ante asesinatos terroristas contrarios por definición a los artículos 2 y 3 del Convenio Europeo de Derechos Humanos -recalca el manifiesto-, que representan el corazón más inviolable del tratado, como el propio Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha reconocido”.

El manifiesto lo firman la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), la Asociación de Víctimas del 11M, Dignidad y Justicia, la Asociación Plataforma de Apoyo a Víctimas del Terrorismo, la Fundación Miguel Ángel Blanco, la Federación de Asociaciones de Víctimas del Terrorismo, la Asociación Riojana de Víctimas del Terrorismo, la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas (Acvot), la Fundación Muñoz Cariñanos, la Fundación Luis Portero, la Asociación Andaluza de Víctimas del Terrorismo, la Asociación Internacional de Víctimas del Terrorismo, la Asociación Canaria de Víctimas del Terrorismo, la Asociación de Víctimas del Terrorismo de Castilla y León, la Asociación Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado Víctimas del Terrorismo, la Fundación Manuel Broseta, la Asociación Navarra de Víctimas del Terrorismo de ETA, la Asociación Murciana de Víctimas del Terrorismo, la Asociación Valenciana de Víctimas del Terrorismo, Asociación de Amigos de la Fundación Manuel Broseta, la Asociación de Ertzainas y Familiares de Víctimas del Terrorismo, Fundación Alberto Jiménez Becerril y la Asociación Extremeña de Víctimas del Terrorismo, recoge La Razón.