En los mentideros socialistas ya no se habla de si Sánchez va a caer sino cuándo y de qué manera puede caer y, sobre todo, quién le puede sustituir.
Se barajan tres nombres: uno desde el propio Sanchismo, el presidente de la Generalitat y ex ministro de Sanidad, Salvador Illa. Tiene dos problemas: uno que es sanchista y ahora buena parte del PSOE pretende pasar página del cáncer sanchista y otro que Illa no se caracteriza por su osadía. ¿Podría enarbolar al PSC contra el PSOE de Ferraz? Podría, pero al PSC le ha ido muy bien con el Ferraz y con la Moncloa de Sánchez.
El segundo es Eduardo Madina, víctima de ETA, a quien Felipe González ha presentado en sociedad. Antigua víctima de ETA -sí, esto tiene su importancia-, perdió las primeras primarias socialistas frente a Sánchez, que entonces, por desconocido, era una brillante promesa. No me extrañaría que Sánchez le hubiese robado esas primarias, pero esto va a resultar difícil de demostrar.
En cualquier caso, Felipe González es una referencia en el PSOE pero actualmente es una referencia que muchos quieren olvidar: cosa del pasado. Además, no sería reforma sino ruptura, porque Madina es probable que no perdonara el juicio a Sánchez y eso es lo primero que el actual presidente del Gobierno exige para abandonar el poder: que no se le persiga judicialmente. Algo que nadie puede asegurar y que algunos no quieren ni intentar.
En cualquier caso, con Sánchez ocurre lo mismo que con Mario Conde, dos hombres con una sola virtud: la osadía. Y mientras les funcione...
Queda el candidato con más posibilidades: José Luis Rodríguez Zapatero, el hombre que ya asegura a sus próximos que puede ser el personaje que traiga la unidad a la gran familia socialista.
Es el candidato más peligroso para el país. ZP es el hombre que devolvió a España al guerracivilismo y el más cristófobo de todos los dirigentes del PSOE, incluido Pedro Sánchez. Un peligro público que, además, ya se nos ha olvidado, arruinó a España. En este sentido, Sánchez sólo ha proseguido y ensanchado su labor.
En momentos de crisis como el actual, el presente deja de apoyarse en el pasado y enloquece. Porque el ex presidente ZP tiene un problema, llamado Víctor de Aldama, quien ya le ha advertido que si sigue arremetiendo contra él en defensa de Sánchez, extraerá un nuevo sobrecito, esta vez referente a Zapatero, mientras recuerda aquella vez en que le llevó en avión privado desde Caracas a Santo domingo.
Oiga, y si algo tiene el rencoroso Aldama es que no amenaza de broma. Cuando amenaza es porque tiene algo con lo que amenazar. Por ahora, no ha fallado nunca.
La España irrespirable de Pedro Sánchez se ha paralizado. Y como pre-anuncia García-Page: lo mejor está por llegar. Cómo habremos caído de bajo que nuestro nuevo maestro moral se llama Gabriel Rufián
En cualquier caso, todo depende de si Sánchez se rinde o no se rinde. En cualquier caso, con Sánchez ocurre lo mismo que con Mario Conde, dos hombres con una sola virtud: la osadía. No tienen ninguna otra pero mientras ésta les funcione...
Como Conde en la cúspide de Banesto, Sánchez piensa que la inmunidad tiene premio, que cuando llueve, escampa. Que le acusen o que le condenen le es indiferente: ya le daré yo la vuelta, se dice a sí mismo. Son gente que no dimite, hay que echarle con la Guardia Civil (bueno, o con la policía Nacional).
Eso sí, la España irrespirable de Pedro Sánchez está paralizada y así no puede seguir mucho tiempo. Y como asegura García-Page. el manchego tocanarices: lo mejor está por llegar.
Cómo habremos caído de bajo en España que nuestro nuevo maestro moral se llama Gabriel Rufián... que tiene bemoles la copla.
E insisto: Pedro Sánchez busca una salida digna del cargo. Para ello, el PP debería prometerle que no sufrirá persecución cuando abandone el cargo. Y Feijóo no está dispuesto a hacerlo y, en cualquier caso, nadie prometer eso... y más a Pedro Sánchez, una vida ejemplar.