En los últimas semanas se está repitiendo una escena: determinados diputados comparecen ante los medios de comunicación y cuando reciben una pregunta que les incomoda, se niegan a responder al periodista, no sin antes faltarle al respeto, argumentando que sólo contestan a profesionales y medios serios. Véase, Pablo Echenique rechaza responder a un periodista de EDA TV (Estado de Alarma TV) que le pregunta al portavoz podemita en el Congreso sobre los vínculos de Podemos con el chavismo.

También el diputado de Más Madrid, Íñigo Errejón, decide ahora a qué periodistas responde y a cuáles no -por considerar su manera de ejercer el oficio poco seria, dice Mr. Errejón-. Así se lo ha hecho saber también -casualmente, o no- al periodista de EDA TV que le preguntó por la denuncia del exmarido de Juana Rivas contra él y contra la ministra de Igualdad, Irene Montero, por acusarle de posible violencia vicaria.

Llama la atención que el argumento de ambos diputados -Errejón y Echenique- sea el mismo: no contestan a periodistas que no sean serios.

Los últimos en subirse al carro de la 'censura' en Moncloa, Gabriel Rufián (ERC) y Joan Baldoví (Compromís).

A Rufián no le gustó que el periodista Javier Negre -una vez más de EDA TV- le preguntara por sus críticas al PP por invitar a Nicolas Sarkozy a su Convención cuando ellos invitan a delincuentes a sus actos.

Baldoví, por su parte, se ha negado a dar su opinión sobre el hecho de que Mónica Oltra, vicepresidenta de la Generalitat valenciana y compañera de partido de Baldoví en Compromís, ocultara pruebas del abuso durante meses que sufrió una menor, hechos por los que su exmarido -entonces marido- fue condenado.

Por su parte, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet que, por un lado abronca a los diputados sobre su comportamiento en la cámara y les pide más "respeto" y "educación" en sus intervenciones en el Pleno, no se ha pronunciado sobre esas respuestas aleatorias -a unos periodistas sí, a otros no- de los miembros del Congreso. Hay que recordar que los periodistas que acuden a ruedas de prensa están acreditados por Moncloa para asistir a las ruedas de prensa y desarrollar su trabajo. Por lo que, si no se les va a responder ¿para qué se les acredita? o, más aún, si diputados no van a contestar a las preguntas que se les planteen, ¿para qué convocan las ruedas de prensa? 

Eso sí, la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, se encargó recintemente de pedir que se tratara con respeto a los periodistas. Esto ocurrió después de que Macarena Olona, de Vox -no Más País, ni Podemos- se dirigiera a una periodista que le preguntó su opinión sobre que si le parecía correcto que se hubiera llamado "bruja" a una diputada del PSOE, y a la que Olona le contrapreguntó si había planteado la misma pregunta cuando a ella le habían llamado facha en más de una ocasión en el Congreso

Y, por cierto, en Hispanidad nos seguimos preguntando, ¿tiene algo que decir, por ejemplo, la Asociación de la Prensa de Madrid o la Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE) ante la negativa a responder a periodistas por parte de diputados del Congreso? Ya que la institución cuenta con un tribunal de Honor para perseguir el mal ejercicio de la profesión periodística ¿no debería también pronunciarse al respecto para defender a quienes se limitan a ejercer su trabajo?