Desfile militar con motivo de la Celebración de la Fiesta Nacional de España, 12 de octubre, festividad de la Virgen del Pilar, patrona de la Hispanidad.

¿Quién faltaba? Faltaban los jueces, Pera Aragonés, Íñigo Urkullu, otros presidentes, Nadia Calviño, Ribera, Belarra, Subirats... y la Princesa de Asturias. Sí, la Princesa de Asturias ¿Qué pasa? La heredera al Trono no puede librar días de estudio en su colegio masonazo? Pus va a ser reina de España.

Además, también faltaban los portavoces parlamentarios de ERC, Gabriel Rufián, del PNV, Aitor Esteban, además de los representantes de Bildu, Mertxe Aizpurúa, o de Mas País, Íñigo Errejón. Para no agotar las ausencias digamos que faltaban todos los socios en los que se apoya Pedro Sánchez para gobernar dede hace cuatro años. los mismos que llevaron a Pedro Sánchez a La Moncloa en la moción de censura. Para ser el Día de la Fiesta Nacional, no está mal.

A la Fiesta Nacional faltaron los jueces, Pera Aragonés, Íñigo Urkullu, otros presidentes, Calviño, Ribera, Belarra, Subirats... y la Princesa de Asturias

Pero lo que no había ocurrido jamás es que el jefe del Gobierno llegue tarde y haga esperar al Jefe del Estado, el Rey Felipe VI, quien tuvo que aguardar encerrado en el coche a que el señor presidente se dignara colocarse en posición de saludo para recibir al Jefe de Estado. Seguramente, cabe mayor desprecio al Rey pero ahora mismo no se me ocurre ningún ejemplo. Estamos ante el presi-chulo.

Pero no le sirvió de mucho. El descoloque resultó poco tiempo para evitar el abucheo general, que resultó persistente, antes y después del desfile castrense. El "Sánchez vete ya" y el "Gobierno dimisión" se han convertido en el eco de aquel "¿Arreglarlo tú? ¿Tú arreglarlo?". Y no, esto no es baladí. Para un ególatra como Pedro Sánchez, un abucheo es mucho más que un mal trago. No lo puede sufrir. No sabe cómo reaccionar ante ello si no es con esa chulería primaria que descubre al público más inocente la miseria del personaje. Al final, no ha pedido perdón, naturalmente, sino que con una mezcla de prepotencia e hipocresía, ha dicho "que a mí me han dicho que salga de Moncloa (a una hora concreta) y eso he hecho". ¿Cabe mayor chulería?

Ahora bien, el abucheo a Sánchez en el día de la Fiesta Nacional rebela que este hombre ha llevado, hasta el paroxismo, el frentismo guerracivilista que regresó a España con Rodríguez Zapatero, resucitador de la guerra civil que entonces estaba olvidada.

Yolanda Díaz sí estuvo allí. Es, como Sánchez, la más peligrosa, porque ambos, don Pedro y doña Yolanda pueden confundirse con dos moderados

Conclusión: España tiene un problema. En su Fiesta Nacional participa un Gobierno mutilado y no participa la izquierda comunista así como el separatismo progre, tanto burgués como proletario. Supongo que dice algo. A lo mejor, quiere decir que España debe ser refundada.

Por cierto, quien sí estuvo es ese personaje atrabiliario, pero popular, llamado Yolanda Díaz. Sánchez es al socialismo lo mismo que Yolanda Díaz al comunismo: el elemento más peligroso porque, al primer vistazo, ambos resultan un señor y una señora moderados. Nada más lejos de la verdad, pero la imagen de ambos están alejadas de la un Irene Montero, un Alberto Garzón o un Marlaska o una Teresa Ribera.

En el entretanto, el majadero Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, quiere suprimir el Día de la Raza mientras acusa a España de genocidio Curiosamente, se llama el Día de la Raza, porque los españoles se mezclaron con las nativas y dieron lugar, a través del mestizaje, a la raza hispana. Por eso al 12 de octubre se le llamaba el Día de la Raza. Los ingleses por contra, mataron a los indios y se instalaron ellos. Existe la raza hispana, no existe la raza anglo-india. Sin embargo, la leyenda negra la sufre España. Como asegura Marcelo Gullo, no hay nada por lo que pedir perdón.