¿Cómo se puede defender el humanismo cristiano y, al mismo tiempo, el aborto? De ninguna manera porque son incompatibles, de tal manera que quien defiende el aborto no defiende el humanismo cristiano y viceversa, por mucho que se empeñe en abrazar ambas posturas al mismo tiempo. Y si insiste está mintiendo.

Pues bien, esto dicen los estatutos nacionales del PP, aprobados en febrero de 2017, en su artículo 2 (Ideología): “Estamos inspirados en los valores de la libertad, la democracia, la tolerancia y el humanismo cristiano de tradición occidental”. Y en el punto anterior: “Defendemos el derecho a la vida, a la igualdad, al pleno ejercicio de derechos y libertades en igualdad de condiciones entre hombres y mujeres”.

Es decir, el PP se inspira en el humanismo cristiano y defiende la vida, según los estatutos aprobados durante el mandato de Mariano Rajoy, el mismo que frenó al Constitucional para que no resolviera el recurso presentado por su partido a la ley de aborto de Aído, y el mismo que permitió la caída a los abismos de la política de Alberto Ruiz-Gallardón tras su giro provida. Dicho de otra manera, Rajoy nunca se pronunció abiertamente a favor del aborto -y mucho menos lo consideró un derecho, como tampoco lo hizo Pablo Casado-, pero se cargó toda iniciativa que oliera a provida.

Alberto Núñez Feijóo, sin embargo, le ha quitado la careta al partido y ha confirmado lo que algunos sospechábamos desde hace años: el PP es un partido abortista. El gallego lo hizo en dos fases: primero, aplaudiendo la sentencia del Tribunal Constitucional a favor de ley Aído y en contra del recurso de su partido y, un día después -miércoles 15-, dando un paso más y asegurando que “el aborto es un derecho que tiene la mujer”.

¿Cómo casa esto con el humanismo cristiano y la defensa de la vida? No casa, de la misma manera que no se puede soplar y sorber al mismo tiempo.

Por cierto, los más jóvenes del PP también deberían cambiar los estatutos de Nuevas Generaciones, actualizados en abril de 2021, al menos los artículos 3.1 y 3.2:

“Nuevas Generaciones se consagra a la defensa de los ideales de centro derecha, liberales y conservadoras, arraigadas en el humanismo cristiano y con vocación europeísta” (3.1). “Nuevas Generaciones defenderá nuestros valores constitucionales, en concreto, la vida, la libertad, la democracia, la igualdad, el pluralismo político y la tolerancia…” (art. 3.2).

Alberto Núñez Feijóo le ha quitado la careta al PP y ahora debe cambiar los estatutos del partido para adecuarlos al derecho al aborto que, según él, ampara a las mujeres. Y debe hacerlo cuanto antes y no esperar a después de las elecciones generales, porque si no estará engañando a los votantes. Y mejor aún, debería incluir el supuesto derecho al aborto en el programa electoral.