El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, está negociando una amnistía a los delincuentes del ‘procés’ independentista del 1-O de 2017 con los partidos separatistas catalanes ERC y Junts. 

Al felón de Sánchez, semejante traición a España, al estado de derecho y a la democracia —pues esa amnistía supone cargarse la división de poderes, al ignorar y anular al poder judicial, y también supone cargarse el principio de la igualdad de los españoles ante la ley— le da igual, porque lo que él quiere es seguir gobernando, con la excusa de que los españoles han votado mayoritariamente a los partidos que le pueden aupar al poder, entre los que están los minoritarios ERC y Junts. 

Pero, si se preguntara a los españoles en un referéndum si están a favor de esa amnistía, ¿qué responderían? Ayer se pudo ver en Barcelona a mucha gente que no está de acuerdo con ella. Pero hay muchos más, que no pudieron ir a Barcelona. 

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Hace escasos días, el presidente en funciones pronunció por fin la palabra “amnistía” como "una forma de tratar de superar las consecuencias judiciales" de la situación que vivió España en 2017 (lo mismo dijo cuando aprobó la eliminación de la sedición y la rebaja de la malversación). Y además, tras haberla negado antes de las elecciones, en un enésimo acto de mentira a los que tan acostumbrados nos tiene a los españoles. 

La amnistía era negada hace tan solo unos meses por parte del Partido Socialista y hoy está encima de la mesa, se da por descontada y va a ser uno de los pasos necesarios para esta legislatura, dice Aragonés

Pero es que hoy, en TVE, el presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, ha asegurado hoy: "Habrá amnistía y será un punto de partida para que Cataluña pueda decidir su futuro”. 

Y ante la de momento negativa de los socialistas a celebrar un referéndum de autodeterminación, el ‘president’ le ha restado importancia porque “la amnistía era negada hace tan solo unos meses por parte del Partido Socialista y hoy está encima de la mesa, se da por descontada y va a ser uno de los pasos necesarios para esta legislatura”.

Por su parte, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha anunciado este lunes en en Catalunya Ràdio que su partido recurrirá ante el Tribunal Constitucional (TC) una eventual ley de amnistía: "Sí, claro, todo lo que sea injusto lo tenemos que recurrir porque si no seríamos cómplices de una injusticia. Ser cómplices de una injusticia en un Estado democrático como España es un acto de absoluta cobardía”.

Ser cómplices de una injusticia en un Estado democrático como España es un acto de absoluta cobardía, dice Feijóo

Pero lo de recurrir la amnistía ante el actual Tribunal Constitucional, dominado por el régimen sanchista, que ha puesto ahí a sus peones  —como el exministro socialista de Justicia Juan Carlos Campo o el exfiscal general del Estado bajo gobiernos socialistas, Cándido Conde Pumpido— no es garantía de que el que se supone que es el árbitro entre los tres poderes y garante de la igualdad entre los españoles la vaya a echar atrás. 

De hecho, según publica hoy Libertad Digital, el presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido, está colaborando en secreto con el Gobierno de Pedro Sánchez para elaborar la Ley de amnistía sobre el 1-O. Es más: fuentes de la Moncloa y fuentes jurídicas consultadas por este medio afirman que "la Ley no será publicada en el BOE sin el visto bueno previo de Pumpido". 

Si se consuma la amnistía a los delincuentes del ‘próces’, España habrá dejado de ser una democracia de verdad para pasar a ser una cosa con apariencia de ello. Y estaremos ya muy cerca de las repúblicas bolivarianas…