Lo cierto es que el nombramiento de Ignacio Garriga como secretario general en sustitución de Ortega Smith y tras la salida de Macarena Olona, no ha cerrado la brecha de Vox
Fernando Grande Marlaska es abucheado por sus propias fuerzas del orden pero él siempre se defiende atacando. Así, atacaba a Vox por su canción sobre vamos a volver al 36, que según él es un delito de odio, cuando lo cierto es que Vox hablaba de Pedro Sánchez que nos está volviendo a la Frentepopulismo de la Transición.
Está todo el zurderío ardiendo llamándolos el #OBKFacha. Hay que hacerlo Treding Topic.
— Willy Tolerdo (@WillyTolerdoo) October 9, 2022
ENORMES @LosMeconios
e @InfoVloggerTW 🤣😆👌🏻👍🏻pic.twitter.com/eAMXe4bLas
Es decir, que Sánchez es quien nos devuelve a la guerra civil de 1936.
Los principios cristianos son los que hicieron triunfar a Trump, Meloni, Orban o Morawiecki
Pero la mala uva de Marlaska no significa que la crisis de Vox se haya cerrado. Un diputado de Vox me dice que le da lo mismo que estén bajando en todas las encuestas mientras sigan siendo necesarios a Feijóo para llegar a La Moncloa: al parecer no han aprendido la lección de Madrid o de Andalucía, donde Vox dejó de ser imprescindible aunque aún fuera necesario. La mayoría absoluta y la mayoría casi absoluta son conceptos difícilmente entendibles.
En, Vox el alma nacionalista (unidad de España e inmigración) se está imponiendo al alma cristiana (lucha por la vida y por la familia natural o el cheque escolar, por ejemplo)
Lo cierto es que el nombramiento de Ignacio Garriga como secretario general en sustitución de Ortega Smith y tras la salida de Macarena Olona, no ha cerrado la brecha de Vox.
En primer lugar, porque los tiempos han cambiado desde noviembre de 2019.
El problema no es la marcha de Macarena Olona u Ortega Smith, sino la permanencia de Abascal o Espinosa... que continúan sin comprender su papel: Abascal a veces, Espinosa pocas veces
El problema de España no es la emigración ni tampoco es ya Cataluña... sino la descristianización, que es lo que ha terminado con la esencia del país.
Los principios cristianos son los que hicieron triunfar a Trump, Meloni, Orban o Morawiecki, aplicados, cada uno de los cuales a su país. Principios que pueden resumirse así: el hombre, como hijo de Dios, redimido por Cristo, es sagrado: no puede subordinarse a nada.
En Vox, el alma nacionalista (unidad de España e inmigración) se está imponiendo al alma cristiana (lucha por la vida y por la familia natural o el cheque escolar, por ejemplo).
Por eso Vox cae en las encuestas; está perdiendo su pulso cristiano, el que le hizo a Abascal regalar una imagen del Sagrado corazón a sus diputados
El problema no es la marcha de Macarena Olona u Ortega Smith sino la permanencia de Abascal o Espinosa... que continúan sn comprender su papel: Abascal a veces, Espinosa pocas veces.
Por eso, Vox cae en las encuestas: está perdiendo su pulso cristiano, el que le hizo a Abascal regalar una imagen del Sagrado corazón a sus diputados.