Nueva entrega de: 'No es magia, son tus impuestos'. Y decimos entrega porque día tras día vemos noticias con las que se demuestra que nuestras cargas fiscales van para sanidad y educación, mismamente. 

En el capítulo de hoy, la ministra, madre, médico y pistolera anuncia que va a cumplir con una de sus promesas políticas: ¿más médicos? ¿reducir listas de espera? No, concienciación a la ciudadanía para advertirles de lo malos y poco democráticos que son los médicos que se niegan a perpetrar abortos y para convencer a los ciudadanos de los "positivo" que es el aborto. 

Así, el Ministerio de Sanidad ha publicado una licitación de 100.201,66 euros a la contratación de la creatividad de una campaña de publicidad institucional sobre el aborto: "Servicio de creatividad, diseño y producción de una campaña de publicidad institucional sobre salud y mujer 2026". 

En el pliego, el Gobierno de Sánchez destaca que el aborto sigue siendo objeto de "múltiples obstáculos", por ejemplo, la "persistencia de barreras morales e ideológicas". Por ejemplo, "la objeción de conciencia del personal sanitario, aunque legítima en términos individuales, adquiere un carácter estructural en determinados territorios o centros, lo que dificulta el acceso real a la prestación".

"A ello se suma -prosigue la descripción de la contratación- el peso del estigma social, a pesar de la confidencialidad del proceso y de que el derecho a abortar no requiere justificar los motivos: el aborto continúa rodeado de prejuicios que condicionan la experiencia de las mujeres y pueden afectar también a la actitud de los profesionales sanitarios".

Por lo que Moni quiere una campaña para "generar una visión y un relato positivos sobre el aborto" porque es fundamental "cambiar esa mirada para que tanto la ciudadanía como los y las profesionales perciban el aborto como lo que es: un derecho sexual y reproductivo, que debe ejercerse en condiciones de dignidad, respeto y acompañamiento emocional, simbólico y comunitario".

La campaña no sólo va dirigida a mujeres de entre 16 y 50 años sino también a profesionales sanitarios: "a médicos, enfermeras, matronas y demás personal implicado en la atención sanitaria", para "sensibilizarles sobre el impacto de las malas prácticas en la salud de las mujeres, reforzar el conocimiento sobre el aborto como un derecho reconocido y estimular la implementación de servicios y prácticas que garanticen una atención adecuada, respetuosa y homogénea en el sistema público".

Para Moni es imprescindible "visibilizar y crear una imagen positiva de los y las profesionales que se dedican a las interrupciones del embarazo". Traducido, la Ministra con esta campaña quiere tres cosas: vender lo positivo y bueno del aborto, sí, del crimen de una madre sobre su hijo, sus bondades, Y dos, atacar a los médicos que se niegan a cometer dicho crimen y, al tiempo, vender lo positvo y bueno que es para un profesional sanitario convertirse en un médico abortero. Un tres por uno. 

Lo hemos repetido muchas veces: ya no es que se haya despenalizado el aborto, sino que es un derecho fundamental y estamos inmersos en la campaña del aborto hasta el mismo momento del parto. Y ojo, porque en todo el año pasado se destinaron en España 101.383.784€, lo que supuso 237,85€ de media por mujer embaraza. Madrid y Galicia concentran las ayudas al contar con sendos planes de apoyo a la maternidad desde el embarazo. Entre las dos destinaron 96.583.587€ en ayudas. Por tanto, la realidad es que el grueso del conjunto de las Administraciones Públicas destinó 4.800.197 en apoyar a la mujer embarazada, es decir 21,11€ al año por mujer para hacer frente a las necesidades y dificultades que presenta un embarazo. Mientras, en tan solo una campaña publicitaria, la ministra va a gastar más de 100.000 en concienciar de lo maravilloso que es el aborto.