Nueva entrega de: 'No es magia, son tus impuestos'. Y decimos entrega porque día tras día vemos noticias con las que se demuestra que nuestras cargas fiscales van para sanidad y educación, mismamente.
En la entrega de hoy, la Generalitat de Cataluña vuelve a demostrar lo que afirmó la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez. Isa decía 'no' a la "barra libre del mercado de la vivienda", y le daba 13.000 viviendas al Gobierno catalán para que las gestionara. Illa es un genio gestionando, como todo el mundo sabe. Por ejemplo proporcionando 300.000 euros a Colombia para el "desarrollo de personas trans".
En esta concienciación de los impuestos y los trans, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) denuncia que el Departamento de Justicia y el Departamento de Igualdad y Feminismos siguen impulsando medidas e instrucciones que, según la central sindical, no responden a las necesidades reales y urgentes del sistema penitenciario catalán.
La última decisión: la autorización de entrada de máquinas de depilación láser en los centros, con el objetivo de garantizar los derechos de los internos trans e intersexuales.
Según la instrucción de la Subdirección General de Programas de Rehabilitación y Sanidad, esta medida forma parte del despliegue de protocolos específicos para colectivos LGTBIQ+ dentro de las prisiones. Sin embargo, CSIF considera que esta actuación “evidencia una mala gestión de prioridades”, teniendo en cuenta la situación del sistema penitenciario y de muchos servicios sociales del país.
"El nuevo derecho fundamental: el derecho depilatorio", apunta el sindicato. El CSIF asegura que "para evitar discriminar a nadie, haría falta ampliar este derecho depilatorio a todos los internos: personas de género fluido, agénero, bigénero, demiboy, demigirl, genderqueer…", así como a los "grandes olvidados de las políticas de género", los hombres heterosexuales. "Ellos también merecen camas suaves, torso de seda y, si cabe, una depilación brasileña", sentencian con ironía.












