La nueva Ministra de Igualdad y sustituta de Irene Montero, Ana Redondo, parecía más 'moderada' que su predecesora en el cargo, pero ayer en el Congreso de los Diputados quedó demostrado que no es así, o que la cartera de Igualdad provoca histeria a quien se pone al frente. 

Con un tono más propio de un mercadillo que de la Sede de la soberanía española, la ministra no paraba de repetir "qué terrible machismo, machismo reaccionario, machismo y negacionismo" y una y otra vez berreaba dirigiéndose al PP "vergüenza, vergüenza", incluso cuando su turno de palabra había finalizado. 

¿Por qué Redondo se puso así? Pues mezcló dos realidad que nada tienen que ver: por una lado, el asesinato de dos niñas a manos de su padre, y por otro la implicación de Begoña Gómez en el 'caso Koldo'.

No sabemos qué tiene que ver el tocino con la velocidad, pero para Redondo todo está unido, es el machismo y el negacionismo de los populares, que en las mismas 48 horas en las que se conocen dos nuevos crímenes machistas, cuestionan qué papel jugó la mujer del Presidente del Gobierno en una trama de corrupción. ¿Comprenden? Yo no, pero háganle caso a Redondo, que para algo es Ministra. 

Aunque ojo, que hablar de Begoña es machista, tanto como de los dos asesinatos, pero el PSOE puede insistir, insinuar, acusar y colgar en plaza pública a la pareja del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. Así como que un ministro socialista llame "testaferro con derecho a roce" al novio de la Presidente de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, es completamente comprensible. 

Pero ya lo aclaró la vicepresidenta primera del Gobierno de España y ministra de Hacienda, María Jesús Montero: "Me parece que en política no todo vale. Cuando empezamos a querer implicar a familiares, a personas ajenas a la vida pública, empezamos a ser extraordinariamente injustos". Aunque ellos usaran al hermano de Ayuso y una de sus ministras acudiera al Congreso con una camiseta con su cara. 

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