Es el arma secreta de España frente a Vladimir Putin. Bueno, son dos armas secretas, no una sola: Irene Montero Ione Belarra. Mientras el ejército ruso masacra a militares y civiles ucranianos con sus divisiones mecanizadas y sus misiles de precisión, las dos ministras que lideran Podemos hablan de intensificar el diálogo con Rusia, porque "el feminismo es paz".

Lo cual genera memes en España y un ridículo espantoso en el mundo diplomático, del que José Manuel Albares ya ha advertido a Sánchez. Europa afronta su cobardía en Ucrania hablando del gran logro de la unidad y de condenas, más o menos melodramáticas a Putin, pero a nadie se le ocurre que el discurso feminista, dedicado a rusos, rusas y ruses, pueda solucionar el problema ucraniano.

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Ahí surgen las dos respuestas socialistas, muy propias de un partido que siempre ha navegado entre la esquizofrenia ideológica:

1.Negarlo todo. Los hay, por ejemplo otro inefable, el presidente asturiano Adrián Barbón, gran amigo de Adriana Lastra, así como la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, siempre preocupada porque las palabras atan, que aseguran que en el Ejecutivo no existen diferencias sobre la guerra de Ucrania porque la política exterior "la marca el presidente". Un argumento que asombraría al mismísimo Aristóteles.

2.La del propio presidente, que huele la pérdida de votos ante la tragedia ucraniana, y asegura que él está "en el lado correcto de la historia", al enviar armas a Ucrania. Como responde el presidente Volodímir Zelenski: muchas gracias, pero ¡a buenas horas. mangas verdes!

Y es que Sánchez es el primero en hablar de "españoles y españolas", aunque aún no ha llegado a la semántica 'trans' del "todes". Pero sabe que en situación de guerra, no puede responder con mitines feministas, ni tan siquiera en vísperas del 8 de marzo.

Lo del lado correcto de la historia es una verdadera pavada porque la historia es hija de la libertad del hombre, y por tanto carece de lados correctos o incorrectos. Mucho más en un progresista, para quien no existe ni el bien ni el mal, ni la verdad ni la mentira... ni lo correcto ni lo incorrecto.

Ahora bien, Sánchez sabe donde le aprieta el zapato electoral, sabe que España se ha sumido en el ridículo internacional con su feminismo onegero, una pose cursi que sólo se acepta en periodos de paz. Vamos, que nadie en Occidente, sobre todo Joe Biden, antes su ídolo, hace caso del bueno de Pedro: No pinta nada en el mundo.

Por eso, aunque tras la "teodorada" y consiguiente crisis del PP, el presidente había abandonado toda su tentación de adelantar las elecciones, la guerra de Ucrania la ha hecho reverdecer. Ahora, gracias al eructador de hueso de aceituna, Sánchez vuelve a estar en cabeza en las encuestas.

Ahora bien, los comunistas de Podemos ya no sólo representan radicalidad, que eso a Sánchez, un señor capaz de pactar con proetarras, no le molesta. sino algo muchísimo peor: representan el ridi internacional de todo el Gobierno español.

¿Por qué no disuelve la cámaras? Pues porque aunque ganara las elecciones sigue necesitando de la extrema izquierda para gobernar o aceptar un pacto de legislatura con el PP.

Ahora bien, si las encuestas vuelven a donde de estuvieron a lo largo de todo 2021, a que la suma de PP y VOX rocen la mayoría absoluta, entonces sí, entonces Sánchez convocará elecciones anticipadas.

Además, González Pons, el nuevo Egea, y el muy progresista Núñez Feijóo, se suiciden aseguran que jamás pactarán con Vox... y entonces le otorgarán más votos a Vox.