El Gobierno está muy orgulloso de cómo está llevando a cabo el plan de evacuación de Afganistán, que ha calificado de “éxito”. Así lo ha asegurado este martes la nueva ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. “Nuestro país ha mostrado su mejor versión”, ha afirmado. Solo le ha faltado decir que la misión es histórica. Tiempo al tiempo.

Pero Rodríguez no se ha salido del guion y lo único que ha dejado claro, además del “éxito”, es que la prioridad ahora es la evacuación del personal que sigue en aquel país. “La prioridad absoluta es atender la evacuación”, ha repetido ante la insistencia de los periodistas. No sabemos cuándo finalizará la misión, si se prolongará más allá del 31 de agosto, cuántas personas saldrán… “En estos momentos, lo primero es lo primero”. “Tiempo habrá de atender otras cuestiones”, ha explicado.

Otra cosa que sí sabemos es que Sánchez, de momento, no dará cuentas en el Congreso sobre la misión afgana. Sí comparecerán, para esto y para otras cuestiones: el ministro de Exteriores, José Manuel Albares; la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera; y la titular de Sanidad, Carolina Darias. Sánchez, tan humilde siempre, prefiere permanecer en segundo plano a pesar de éxito de la misión.

La portavoz nos ha dejado una pequeña muestra de su talante. Tras reiterar que no utilizará la mesa de Moncloa para criticar a la oposición, ha arremetido contra el Gobierno murciano de López Miras, al que ha acusado de dejadez de funciones en la crisis del Mar Menor. Criticas que contrastan con los piropos a Pablo Casado, al que ha elogiado su “sentido de Estado” en la cuestión afgana. Eso sí, sospechamos que el elogio pasará pronto a la crítica si el líder del PP no acuerda la renovación del CGPJ.

Acuerdo para reformar las pensiones. Nada nuevo que no se haya dicho ya. Si se aprueba en el Parlamento, se volverán a revalorizar según el IPC. Un tiro en el pie de todos los contribuyentes. La única solución para el sistema público de pensiones es retrasar la edad de jubilación hasta los 70 años, prohibir las prejubilaciones y fomentar la natalidad instaurando un salario maternal hasta que el hijo cumpla 18 años. Y aun así, ya vamos tarde.