El mundo del deporte femenino es uno de los más afectados por las leyes trans que corren a lo largo y ancho del mundo. En Hispanidad hemos recogido innumerables casos en los que la categoría femenina se ve amenazada en múltiples disciplinas deportivas.

La comisión de Educación, Formación Profesional y Deportes del Senado aprobó hace unos meses una moción del grupo Popular que instaba al Gobierno a garantizar, mediante medidas e iniciativas legislativas, que el sexo biológico sea el único criterio que determine la asignación de las categorías deportivas femeninas.

La propuesta llegó cuando quedaban apenas unas semanas para que comenzaran los Juegos Olímpicos de París 2024, entonces pudimos ver a dos boxeadores que no pasaron las pruebas de género para competir en la categoría femenina. Por lo que cualquier ley que se apruebe para proteger a las mujeres es bienvenida.

Por ello, el Ayuntamiento de Toledo ha aprobado en su último pleno una moción para "garantizar que sea el sexo biológico el que determine en qué categoría debe competir una deportista", presentada por Vox y apoyada por el grupo del Partido Popular del alcalde Carlos Velázquez, que gobierna en coalición con Vox en dicho consistorio.

La iniciativa contó con la oposición tanto del PSOE como de IU-Podemos. El edil y portavoz de Vox, Juan Marín, fue quien presentó el texto y afirmó que su moción va encaminada "en defensa de las mujeres, de su feminidad y de la igualdad", "por mucho que un hombre de nacimiento diga que se siente mujer, ni biológica ni psicológicamente puede asegurarse tal aserto, voluntarista, como cierto, provocando el efecto contrario, esto es, la desigualdad".

En su opinión, "este tinglado encuentra armazón o base en una verdadera y auténtica falsedad, provocando efectos contrarios a lo pretendido, es decir, generando desigualdad, cuando no humillación a la mujer que, en modo alguno, puede competir físicamente con una persona del sexo contrario, cuyas características y rasgos físicos, entre ellos el músculo, el tamaño, la potencia, la resistencia, la velocidad o la simple fuerza, normalmente harán imposible la competencia en igualdad de condiciones". 

Esta propuesta surge porque Toledo es la Ciudad Europea del Deporte 2025, por lo que Marín cree que hay que asumir la responsabilidad de "promover un deporte justo y equitativo para todos sus ciudadanos", haciendo necesario que se "establezcan criterios claros para garantizar la igualdad de oportunidades". "La categorización deportiva por sexo biológico es fundamental para asegurar una competición justa, especialmente en las categorías femeninas. Recientes debates sobre la participación de atletas transexuales han generado preocupación en diversos ámbitos de la sociedad nacional e internacional".