Si yo fuera un fino analista político, por ejemplo con residencia en Londres o en Berlín, concluiría que lo mejor que puede pasar en España es que se unieran PP y PSOE, mismamente a través de un  acuerdo para que gobierne la lista mas votada. Que el PSOE se olvide de Podemos y demás compañeros mártires raritos y/o separatistas y que el Partido Popular se olvide de los pérfidos ultras de Vox.

Para ello bastaría que el uno se apoyara en el otro y el otro en el uno, según pacto de legislatura. Viva la centralidad de la moderación. Felipe González, fino estratega, lo firmaría.

Lo importante es que el 23-J triunfe, no Vox, sino los principios cristianos de Vox

Pero resulta que los finos analistas políticos sólo se preocupan por la estabilidad política, y a mí el concepto estabilidad siempre me evoca la espantosa quietud del camposanto. En efecto, anda más estable que un cementerio. 

En resumen, no soy analista político, soy periodista y, además, cristiano. Por tanto, lo que me mola es que el bien se imponga al mal y la verdad a la mentira y, si ya fuera posible, que lo feo no pase por hermoso. 

Los analistas políticos sólo se preocupan por la estabilidad, y a mí el concepto estabilidad siempre me evoca la espantosa quietud del camposanto

Por tanto la estabilidad me importa una higa mientras que aspiro a que los principios cristianos se impongan porque entonces la gente será más libre y más feliz. Ergo, no quiero que Feijóo y Sánchez lleguen a acuerdo alguno de gobernabilidad porque la centralidad y la estabilidad no son lo mío. Lo que yo quiero es que los principios de Vox, que son cristianos, aunque ellos no sean santos, triunfen, con el apoyo del PP o sin él.

¿Existe alguna diferencia sustancial entre PSOE y PP en materia de derecho a la vida, familia, educación, etc.? Son diferencias mínimas

Recuerden que el PSOE se ha vuelto comunista y, lo que es peor, ‘gender’, mientras el Partido Popular es una derecha pagana, tibia y melindrosa. Ejemplo: ¿existe alguna diferencia sustancial entre PSOE y PP en materia de derecho a la vida, familia natural ,libertad de enseñanza o espíritu trascendente? Mínimas, son diferencias absolutamente mínimas. Afortunadamente, en España hubo una guerra civil -sí, he dicho afortunadamente, a estos efectos-, lo que ha servido para que el PP, que tiene unas tragaderas inconmensurables, no pueda permitirse tragar con la ley de memoria histórica, de la misma manera que no puede tragar con el asesinato de Miguel Angel Blanco a manos de ETA… porque sabe que le retiraría su apoyo hasta ese cristiano acomplejado que es José María Aznar. Pero en todo lo demás, Sánchez y Feijóo son intercambiables. Y cuando hablo de todo lo demás hablo de las cuestiones morales, incluyendo entre estas la justicia social, que son las únicas que importan. Y aparte a mí que me importa un pimiento la estabilidad: lo que me importa es que si el PP y Vox pactan, no sea a favor de la ideología pepera sino a favor de la ideología voxera. Es más: lo que importa no es que se imponga Vox, lo que importa es que se impongan los principios cristianos de Vox, que para la izquierda sociata son principios ultras y para la derecha pepera es poco menos que un síntoma de excentricidad. 

Para el PSOE lo cristiano es ultra y para el PP lo cristiano es excéntrico

No exagero nada, “excéntrico” fue el adjetivo que utilizó el único telediario supuestamente de derechas que existe en España: el de Vicente Vallés, en la noche del pasado jueves 13. O sea, que para el PSOE lo cristiano es ultra y para el PP lo cristiano es excéntrico.

El PP, que tiene unas tragaderas inconmensurables, no puede permitirse tragar con la Ley de memoria histórica porque sabe que le retiraría su apoyo hasta ese cristiano acomplejado que es José María Aznar. Pero en todo lo demás, Sánchez y Feijóo son intercambiables

Lo bueno no tiene porqué ser estable. Es más, el bien suele vivir en tensión permanente y los buenos, también. Con mucha paz, pero en vibración inestable.

No quiero que Feijóo y Sánchez lleguen a acuerdo alguno de gobernabilidad porque la centralidad y la estabilidad no son lo mío. Lo que yo quiero es que los principios de Vox, que son cristianos aunque ellos no sean santos, triunfen, con el apoyo del PP o sin él

Y con todo esto, resisto, insisto y persisto: un católico, el próximo domingo día 23 de julio, solo puede votar a Vox, al menos si pretende votar en coherencia y en conciencia. Bueno, sí que hay otros partidos y muy respetables, incluso más que Vox, pero mucho me temo que no tendrían acceso al parlamento.

En cualquier caso, ya está bien de mal menor.