El exnúmero 2 del PSOE y exministro sanchista José Luis Ábalos ha declarado este jueves en el Tribunal Supremo, en el marco del caso Koldo --la supuesta trama de comisiones en contratos públicos de mascarillas en plena pandemia, en 2020--, como investigado por tráfico de influencias, cohecho, malversación y organización criminal.

Cabe recordar que Ábalos ya declaró, el pasado 12 de diciembre, voluntariamente, en el Supremo, antes de que el alto tribunal pidiera el suplicatorio al Congreso para investigarlo, cosa a la que la Cámara baja accedió. 

El exministro de Transportes se ha ratificado hoy en su anterior declaración y ha negado haber recibido pagos de ningún tipo --efectivo o especie-- del empresario y comisionista Víctor de Aldama a cambio de la adjudicación de contratos públicos para la compra de material sanitario durante la pandemia de COVID-19 y de obra pública.

El juez del Supremo Leopoldo Puente también le ha preguntado por su patrimonio y más en concreto sobre el chalet que tiene a su nombre en Perú (publicado por El Debate), a lo que Ábalos ha respondido que sí hay un suelo a su nombre (donde se localiza el inmueble) pero que se debe a que la fundación a la que estaba destinado no podía registrarlo por carecer de personalidad jurídica. El exministro ha añadido que sólo tiene una casa y un local en valencia y que su patrimonio está limpio. 

El magistrado también se ha interesado por la visita de la vicepresidenta venezolana Delcy Rodriguez a Barajas, el 20 de enero de 2020. Ábalos ha confirmado que subió a ese avión, pero no ha desvelado con quién.

El exnúmero 2 del PSOE ha declarado ante el juez que no recuerda haber acudido a pisos "con señoritas", como asegura el empresario y comisionista Víctor de Aldama. Una de sus justificaciones ha sido que "no pisa ese barrio", el barrio Salamanca, donde Aldama ubica uno de esos inmuebles. 

Por cierto que hoy, The Objective informa de que Ábalos escogió a Jésica Rodríguez  --una mujer que le acompañaba en viajes--  de un catálogo de prostitutas que tenía Koldo en su móvil. La joven, que acompañaba al ministro a viajes oficiales, fue colocada en dos empresas públicas dependientes de él, Ineco y Tragsatec. Además, Jésica llegó a percibir 1.500 euros por cada viaje en el que acompañaba al titular de Transportes y secretario de Organización del PSOE, según el mismo medio.

Ante estas informaciones cabe preguntarse: ¿Por qué razón Pedro Sánchez destituyó en su día a Ábalos? ¿Conocía este tipo de informaciones el presidente del Gobierno? El PSOE asegura ser un partido ultrafeminista: ¿Son feministas este tipo de comportamientos?

Tras la declaración, el juez del Supremo le ha prohibido salir de España y le ha obligado a comparecer cada 15 días en el juzgado, tal y como había solicitado la Fiscalía Anticorrupción, petición que había sido respaldada por las  acusaciones populares (el PP, Vox, Hazte Oír, Liberum, Adade, Manos Limpias y Iustitia Europa). 

Por su parte, El Debate publicó ayer que el Ministerio del Interior oculta al Tribunal Supremo que recibió hace tres meses una denuncia de un empresario peruano que asegura que cuenta con «material sensible sobre hechos de corrupción» sobre  Ábalos.