El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha comparecido junto a su homólogo, el brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, tras el encuentro entre ambos en La Moncloa. 

Sánchez ha declarado que "se ha echado de menos la implicación y el compromiso en los asuntos globales de Brasil". Por eso, ha agradecido al brasileño "su interés en impulsar un grupo de países mediadores para impulsar la paz en esta parte del mundo".

El presidente español también ha sido preguntado por el informe de la OCDE según el cual los impuestos y cotizaciones se llevan el 39,5% del salario bruto en España. Y además, España es uno de los países de la OCDE donde más cayeron los salarios reales en 2022: lo hicieron un 5,3%.

Sánchez ha respondido: "En España también sufrimos pobreza, sufrimos desigualdad, somos uno de los países con mayor desigualdad de Europa. Y eso tiene mucho que ver con la respuesta neoliberal que se dio a la crisis financiera. Y este Gobierno está haciendo todo lo contrario, reforzando las políticas del estado del bienestar, aprobando reformas con el acuerdo de los sindicatos y de los empresarios cuando se puede, por ejemplo la reforma laboral, la reforma de las pensiones, eso está garantizando paz social --que eso igual la gente piensa que viene dado, pero se trabaja--". "La reforma laboral recupera derechos, sitúa la negociación colectiva en el centro de las relaciones laborales entre los empresarios y los sindicatos. Los sindicatos vienen diciendo desde hace mucho tiempo que tiene que haber un reparto mucho más justo de los beneficios. Estamos viendo que los beneficios empresariales suben por encima de los salariales, y por tanto lo que tiene que hacer la patronal es sentarse con los sindicatos en esa mesa de negociación colectiva que ellos acordaron en esa reforma laboral y llegar a un pacto también de mejora salarial de los trabajadores. Porque eso será también bueno para la economía. Porque tendrá mayor capacidad de consumo. El Gobierno de España ha destinado 45.000 millones de euros a amortiguar los efectos de la guerra en los hogares de nuestro país", uno de los de "mayor magnitud del conjunto de la UE. Y están surtiendo efecto porque estamos viendo como el crecimiento económico se mantiene, lideramos ese crecimiento entre las grandes economías europeas, tenemos la creación de empleo que tenemos y cómo estamos rebajando y estamos rebajando la desigualdad ante dos shocks tan importantes como una pandemia y una guerra". 

Sánchez también ha respondido a cuestiones sobre la vivienda: "En España, solo el 3% del total de viviendas son públicas. Es más: durante la crisis financiera se vendieron a fondos de inversión muchas de esas viviendas públicas. Y eso hace que España tenga unas dificultades enormes, sobre todo de nuestros jóvenes, para poder emanciparse y adquirir una vivienda. Este Gobierno ha situado a la política de vivienda como una de sus principales prioridades. Se ha construido el 60% de esas cien mil viviendas que se incorporaban al plan estatal al principio de la legislatura, hemos anunciado la movilización de 43.000 nuevas viviendas a través del ICO. En segundo lugar, la movilización de esas 50.000 viviendas de la Sareb. Y ayer la movilización de suelo por parte del Ministerio de Defensa para la construcción de 20.000 viviendas mas". 

En relación a la guerra de Ucrania, Sánchez ha agradecido al brasileño "su interés en impulsar un grupo de países mediadores para impulsar la paz en esta parte del mundo". "Ambos deseamos la paz justa y duradera y es importante que nos impliquemos todos en respetar los principios de la Carta de la ONU, la integridad territorial y un orden internacional basado en reglas (...) Hay un agresor que es Putin y un pueblo que lucha por su integridad y su libertad".

Mientras que Lula ha defendido la creación de una especie de "G20 por la paz", con la participación de países de Iberoamérica, que medie entre Rusia u Ucrania y ha sugerido que Ucrania podría renunciar a Crimea para conseguirlo.