Resultados casi definitivos de las elecciones generales celebradas en Alemania: tal como recoge Electomania ganan los socialistas del SPD, con Olaf Scholz a la cabeza y lo hacen con un 25,8% de los votos, mientras, en segundo lugar, se quedan los cristiano-demócratas de CDU-CSU, con Amin Laschet, sucesor de Angela Merkel, que obtiene un 24,1% de los sufragios.

Total, una ventaja en el Busdestag de unos 10 diputados sobre un total de 735 escaños. No es mucho pero la inversión del voto, gana SPD pierde CDU, resulta significativa.

Merkel es una cristiana convertida al comunismo y luego reconvertida a una democracia cristiana sin Cristo

Suben los verdes, que se sitúan en tercer lugar, con la muy mimada por los medios  políticamente correctos, Annalena Baerbok, a la que todos sientan en el Gobierno con un socialista o un conservador al frente. Y este es el problema, que Annalena es una Greta Tumberg crecidita, un verdadero gusano para la industria alemana. Pero como es verde pasa por ser la salvadora de Europa: cuando lo ultra nos gusta le llamamos la pureza a los ideales.

Para España un Gobierno SPD es peor que uno CDU-CSU: somos el país más endeudado de Eurolandia

Los liberales, ese invento alemán que siempre actúa de comparsa de la izquierda y la derecha, alcanzan el 11,5% de los votos y volverá a ser clave para formar Gobierno. El cuarto puesto es para la “ultraderecha”: el AfD consigue el cuarto puesto y el quinto es para los comunistas (Die Linke, la izquierda) que es el neocomunismo alemán, calcadito del español Podemos pero sin la caradura de Pablo Iglesias, un comunista que se ha erigido en el arquetipo de la democracia. Sí, tiene bemoles.

El gusano verde (Grüne) aumenta su presencia. Es lo políticamente correcto y otorga patente de globalismo a la egoista política alemana

Es el final de la era Merkel, que ha durado 16 años, con la alabada alemana del este e hija de pastor protestante, en la cancillería.

¿Seguro que la herencia de Merkel es buena? Ha descristianizado a la democracia cristiana y ha convertido a Alemania en adalid del Nuevo Orden Mundial (NOM). Merkel es una de esas cristianas convertidas al comunismo y luego reconvertidas a una democracia cristiana sin Cristo. En España siempre se le ha llamado a esa pirueta, tan difícil, encaje de bolillos. Recuerden: la izquierda siempre aplaude a los líderes de derechas con tal de que se confiesen cristianos y en realidad sean cristófobos. Esa es Merkel.

¿Y para España? Para España un Gobierno SPD es peor que uno CDU-CSU: somos el país más endeudado de Eurolandia.Tanto la CDU-CSU como el SPD pretenden poner orden en la venenosa política de dinero barato que ha hiper-endeudado a la Europa del sur.

Los ‘ultras’ de AfD se quedan en el 10%. Tiene poco que ver con Vox, pero esa imagen de extremismo alimenta lo peor de la Europa actual: la identificación de lo cristiano con lo ultra

Lo mejor de la jornada electoral del domingo 26: el neocomunismo (en España, Podemos) podría incluso no entrar en el Parlamento. ¿Y en el Gobierno? Porque sin lo uno no hay lo otro pero, hasta el momento, a los podemitas germanos se les consideran un casi seguro apoyo del nuevo ¿primer ministro? socialista Scholz.

El gusano verde, el ecologismo, aumenta su presencia. Es lo políticamente correcto en Teutonia y otorga patente de globalismo a la siempre egoísta política alemana. Para los alemanes, Europa es un mercado en el que colocar sus excedentes industriales o en el que encontrar mano de obra barata para la producción. Creen en la Unión Europea, sí… mientras ellos la lideren. 

Los ‘ultras’ de AfD se quedan en el 10%. Efectivamente, todavía lo son, pero esa imagen alimenta lo peor de la Europa actual: la identificación de lo cristiano con lo ultra, con la extrema derecha y con violento. Es verdad que el origen del AfD es la lucha contra la inmigración que en Alemania siempre recuerda las política racista de Hitler y es verdad que tiene poco que ver con Vox, que no es un partido ultra sino un partido cristiano y más que moderado. De hecho, las relaciones en AfD y Vox son mínimas, al igual que le ocurre al partido de Santiago Abacal con el Frente Nacional, son frías, Pero algo está cambiando en el AfD. En cualquier caso, han fracasado: se han quedado en el 10,3% de los votos.

Lo mejor: el neocomunismo (Podemos en España) podría incluso no entrar en el Parlamento. ¿Y en el Gobierno?

A corto plazo, parando mientes en la economía, que no es lo más importante, la presunta llegada de Scholz -que no está claro- a la cancillería no ayudará a una España hiperendeudada con el Banco Central Europeo (BCE).

Entendámonos: hacen bien los alemanes en proponer que se acabe la política monetaria expansiva que ha favorecido la Europa irresponsable, guiada por políticos como Pedro Sánchez, que endeudan al país a cambio de subvenciones con la que mantener un voto cautivo. Ahora bien, seamos conscientes de que, a día de hoy, como el precio del dinero suba tan sólo hasta el 1%, España no sólo estará hiperendeudada sino que puede entrar en morosidad.

Sí, hay que volver a una política monetaria sensata, en todo el mundo. Hay que hacer pero asusta pensar que sea mañana… y mañana asustará pensar que sea pasado.