El Congreso de los Diputados ha aprobado este jueves finalmente la Ley de Protección, Derechos y Bienestar de los Animales de Ione Bellarra, cuyo objetivo es personificar a los animales y cosificar -o animalizar- a las personas. Los perros de caza, los animales de los espectáculos taurinos, los animales de producción, los animales de experimentación e investigación, incluida la docencia se han quedado fuera de la norma como el PSOE quería, por lo que el texto se ha aprobado con 174 votos a favor, frente a los 165 en contra y cinco abstenciones.

La secretaria de Estado de Agenda 2030, Lilith Verstrynge, ha asegurado que esta victoria es "agridulce": "Lamentamos que el PSOE haya cedido a las presiones del lobby de la caza", aunque anuncia "nuevas olas animalistas" que permitan incluir los flecos que han quedado en esta ley. 

La declaración de los animales como ‘seres sintientes’ en España ya es una realidad, con el fin de dotarlos de un estatuto jurídico diferente al de los bienes y que sean considerados “seres vivos dotados de sensibilidad” y no cosas. Pero esta ley traerá más: los dueños de perros tendran que "superar un curso formativo" que les acredite para la "tenencia responsable del animal", así como tener un seguro de responsabilidad civil. Además los animales de compañía no podrán quedarse solos tres días seguidos, en el caso de perros este tiempo no puede superar las 24 horas. 

En esos cursos se enseñará que hay que mantener a los animales "en el núcleo familiar, en buen estado de salud e higiene". Tampoco se podrán dejar en vehículos cerrados o con la correa en las puertas de tiendas sin supervisión. La nueva ley acaba con la denominación “perros potencialmente peligrosos”: no podrán ser así calificados por su raza, sino que pasarán por un estudio de sociabilidad individualizado, ni se permite el sacrificio de animales, salvo por razones sanitarias o eutanásicas.

Por otro lado, la venta de perros, gatos y otros animales de compañía queda prohibida en tiendas, sólo se podrá realizar en criaderos autorizados. Se prohíben los circos con animales salvajes y se pretende reconvertir los zoos y delfinarios en "centros de recuperación de especies autóctonas"

Por supuesto, por su seguridad y la de sus animales, pase por caja. Los podemitas no serán punitivistas cuando se trata de violadores, pero ¡ay del que maltrate un animal! Se enducen las penas por maltrato en el Código Penal, se fijan sanciones de hasta 600.000 euros para las infracciones muy graves. En el caso de que el animal fallezca por ese maltrato la pena puede llegar a los 24 meses hasta los 36 si hay agravantes. Y también se incluyen penas de inhabilitación al propietario de la tenencia de animales "por un periodo máximo de cinco años para las infracciones graves y de cinco a 10 años para las muy graves". Ya lo avisó Manuel Gallardo (Federación de Caza): Si se golpea a un ratón con la escoba más de una vez "que se considera ensañamiento, la pena será de 36 meses y se entraría directamente en la cárcel".

Tampoco se puede emplear a los animales como reclamo publicitario, si no existe autorización previa y no podrán participar en belenes vivientes, cabalgatas o procesiones si están inmovilizados. Otra de las novedades es que se obliga a que todas las mascotas estén identificadas para acabar con el abandono.