
Lo que nadie podía suponer es que en el año 2022, la calle Jorge Juan, meca de la gastronomía madrileña, con algunos de los mejores restaurantes de la capital, heredara el viejo problema del siglo pasado
En los años 80 del pasado siglo se contaba el viejo chiste del obrero que estaba en el bar y presumía de esta guisa:
-¡Será por dinero! ¡Pepe, apunta el bocadillo!
Quizás de allí fue de donde salieron aquellos carteles que rezaban:
"Hoy no se fía aquí, mañana sí".
Pero lo que nadie podía suponer es que en el año 2022, la calle Jorge Juan, meca de la gastronomía madrileña, con algunos de los mejores restaurantes de la capital, heredara el viejo problema del siglo pasado. Y no con obreros, sino con los nuevos empresarios juveniles, los de la "smart people", no menos de 100 euros el cubierto, que cuando lleaa la hora de pagar dicen lo mismo que sus abuelos, los obreros: "me lo apuntas".
Y tampoco podíamos sospechar lo que le comentaba a Hispanidad uno de los restauradores más conocidos de la zona: tengo "apuntes" pendientes de una sola personas que ha invitado a comer y cenar con gran alegría a mucha genTe... que ronda los 60.000 euros sin pagar.
-¿Apellido conocido?
-Muy conocido
¡Joé con la smart people!