
Este 10 de diciembre se cumplen 100 años de la aparición de la Virgen María a Lucía, la vidente de las apariciones de Fátima, cuando Sor Lucía era postulante de la congregación de las Doroteas, en Pontevedra (sí en el edificio que aparece en la foto).
Allí, la Madre de Dios animó a vivir una nueva devoción, consistente en dedicar cinco primeros sábados de cinco meses, a meditar sobre el Inmaculado corazón de María y sobre los misterios del Santo Rosario. Todo ello, según las normas habituales de la indulgencia plenaria (confesión, comunión, reafirmación de la fe y encomendar al Papa) y en seguimiento de la devoción más extendida en todo el orbe cristiano: al Sagrado Corazón de Jesús.
Y ahora les pido que lean el espléndido artículo de Jorge Fernández, que fue publicado en La Razón. Merece la pena, porque el exministro de Mariano Rajoy se ha convertido en uno de los primeros espadas de lo que él llama la teología de la historia.
Como aclaración preliminar -y final-, sólo recordarles que Santa María se apareció a los tres pastorcitos pero a la pastora superviviente, Sor Lucía, se le siguió apareciendo en muchas ocasiones.
100 años de una promesa, y la Madre de Dios siempre cumple sus promesas... y sin la Madre de Dios no se entiende la teología de la historia... del siglo XX.
No se lo pierdan.








