Decíamos ayer que si un avión ruso viola tu espacio aéreo lo que debes hacer es derribarlo. Así no lo hará más. Pues bien, resulta que los rusos continúan desafiando al a OTAN, sobre todo con incursiones-provocaciones en Polonia. Al parecer, la némesis histórica ha regresado al corazón del Kremlin. 

Señores, no basta con proteger las infraestructuras ferroviarias polacas atacadas por Rusia. Es necesario que Europa, a través de la OTAN pero con autonomía de decisión, se prepare para la guerra y, sobre todo, haga saber a Rusia que está preparada para la guerra y prepare a sus propios ciudadanos para la guerra. 

Y al mismo tiempo que prepara la guerra, Europa debe construir la paz. Es decir, debe abrir la vía paralela que ha abierto Donald Trump: enseñarle los dientes al enemigo pero, al tiempo, hablar con el enemigo para evitar la guerra. No he dicho dialogar, que es una pose, he dicho hablar, que es mucho más importante: es la esencia para el mantenimiento de la paz. 

En cualquier caso, la violación el territorio polaco por Hitler supuso el inicio de la II Guerra Mundial. No veo a Europa muy preocupada por las provocaciones a Polonia o a los países bálticos. Sólo veo a Europa ayudando a Ucrania con armamento, no con soldados para combatir a los rusos. Los muertos los ponen los ucranianos mientras Bruselas insulta a Putin pero ni se rearma ni mueve un dedo para hablar con él.