La locura feminista, protagonizada, encima, por los partidos de izquierda donde más agresiones sexuales a la mujer se están descubriendo, provoca que la sentencia del caso Jenni Hermoso se haya convertido en agresión sexual.
Pues bien, el juez no ha aceptado la exageración feminista: Rubiales no entra en la cárcel por el pico a Jenny, que es lo que pretendía Jenni. Eso sí, pagará 13.800 euros de multa por conducta impropia, por indecoroso y por grosero.
La sentencia, prohíbe a Rubiales acercarse a Hermoso en un radio de 200 metros y comunicarse con ella durante un año, además de esa sanción económica que equivale a unos 10.800 euros y una indemnización para ella de 3.000 -pedía 50.000, pero el juez lo ve desproporcionado-. No es firme, en todo caso, cabe recurso ante la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.
Esto significa que el juez le da la razón a Hermoso pero no le llevará a la cárcel por dos años y medio.
Vamos, que no se ha permitido la venganza feminista de doña Jenni pero el indecoroso y grosero Rubiales tendrá que rascarse le bolsillo.
Eso sí, no hemos logrado convencer a Irene Montero: Rubiales no será fusilado.