Repasen los memes que Hispanidad publicó el sábado 19, en concreto los juramentos de toma de posesión de algunos diputados a Cortes. Nada de escándalos: esto es lo que hemos votado. Ocho millones de españoles han votado a quien mantiene todo este tinglado en pie, un tal Pedro Sánchez, y más de ocho millones han depositado su papeleta en favor de Alberto Núñez Feijóo, que piensa exactamente lo mismo que Pedro Sánchez Pérez-Castejón (es decir, piensa en cómo acceder a Moncloa, al igual que su adversario piensa en cómo no abandonar La Moncloa).

Además, jurar es poner a Dios por testigo, así que el que no crea en Dios mejor que prometa, y eso lo han cumplido algunos de nuestros más lunáticos representantes: han prometido no jurado, y eso es de agradecer.

Miren por dónde, representan a España muchos que no creen en España pero, no por ello, dejan de cobrar su sueldo. La verdad es que se lo ganan: no me negarán que ni en el circo se lo pasarían ustedes tan bien como escuchando a estos buenos amigos.

Pero sí hay algo que me preocupa: la sonrisa del jefe del Estado, Felipe VI, ante el nuevo presidente del Congreso, una tal Francina Armengol. ¿Significa eso que el Rey ni tan siquiera se plantea evitar que el Sanchismo destruya España durante otros cuatro años? Pues eso sí que no tiene gracia.