A José Luis Rodríguez Zapatero

 

En el amanecer, en el cenit, en el atardecer
de una nación, de una vida, de un pueblo,
una serpiente, un maligno, un personaje oscuro,
para cambiar el camino emprendido, suele aparecer.
 
Y el camino que a la luz, a la heroica conducía,
que con austeridad, esfuerzo, sacrificio se seguía,
es dejado por otro, aparentemente más fácil,
que lleva al abismo: a la nación, al pueblo, a la vida.
 
O también se deja ese camino de luz y de heroica,
cuando la serpiente, el maligno o el personaje oscuro,
se sirve de la ambición y la soberbia, con violencia;
dejando heridos por miles y muertos por cientos.
 
Y cada vez que la nación, la vida o el pueblo,
volver al camino de luz pretende, y renacer quiere,
el personaje oscuro, suele ser el que aparece,
y anuncia desgracias, si decir la verdad se quiere.