Tres eran tres, los antiguos mosqueteros,
y ahora han surgido tres más modernos,
que celebran orgullosos los cuarenta años,
en que su partido accedió al gobierno;
de los cuales, han gobernado dos tercios.
 
Y no sé qué exaltan, y de qué se ufanan,
al recordar con estos hechos, cómo acabaron,
y acabará, de nuestra patria sus gobiernos:
irregular financiación, terrorismo de Estado,
malversación, y en la cárcel, del primero.
 
Y qué decir del segundo desgobierno,
que a sus gobernados con cizaña dividió,
destruyendo la alcanzada reconciliación;
además de arruinar, al igual que el primero,
el estado cuyo cuidado se le encomendó.
 
Y qué citar del tercero, que aún lo tenemos
de gobernante del reino, que va a mejorar
de los dos anteriores, su sin par actuación:
otra vez la ruina, sin gas, sin luz, sin calefacción,
sin familia, y contra la biología que Dios creó.
 
Tres eran tres, los antiguos mosqueteros,
y ahora han surgido tres más modernos:
un tal Felipe, un cual Zapatero y un Pedro,
Sánchez-Castejón, digno discípulo copión;
que han lacerado, el alma de mi Nación.