Es la gran mentira, mentira general, de Torre Pacheco.

La gente se cabrea porque un joven magrebí, la emprende a golpes con un anciano, simplemente para divertirse un rato. Y entonces las autoridades, hasta el alcalde de Torre Pacheco, muerto de miedo, se ensaña con quienes han dicho, hasta aquí hemos llegado, que son todos unos ultras. Como aclaró un policía a allí destacado a Hispanidad, todo es una gran mentira: No hay grupo ultras organizados, hay gente cabreada de contemplar a marroquíes que viven en España, odian a los españoles y se dedican a maltratar a los españoles y violar a las españolas. ¿Que suena muy duro? ¿Y acaso no es verdad?

Bienvenido sea a España el inmigrante, pero al que odie al español y no respeta a la mujer española se le mete en la cárcel y/o se le expulsa de España: ¿qué tiene esto de racista? 

España, un país suicida que abjura de sus propios principios y atenta contra sus propias convicciones. España, un país odiado por los españoles. 

España, un país suicida que abjura de sus propios principios y atenta contra sus propias convicciones. España, un país odiado por los españoles

En un genial artículo en La Razón, el exministro Jorge Fernández lo explica a las mil maravillas. 

Y así, aunque el ya detenido por golpear a un anciano de Torre Pacheco es de origen magrebí, Sánchez denuncia el racismo... ¡de los españoles blancos! y la prensa titula con grupos ultras que van a la cacería del inmigrantes... todos ellos canonizables. 

Sólo se puede concluir que España es un país suicida y un poquito estúpido, que abjura de sus propios principios y atenta contra sus propias convicciones y contra su propia seguridad. España, un país odiado por los españoles.

Y ojo, el divorcio entre políticos y periodistas con el pueblo español, es total en este punto. A pesar de las mentiras grandiosas de los ultras persiguiendo moros, que no se las cree ni el propio Marlaska, las encuestas, ni en España ni en Europa, dicen lo mismo.

Y ojo, el divorcio entre políticos y periodistas con el pueblo español, es total en este punto

Lo que significa que si Feijóo no fuera tonto de baba, ahora mismo estaría dejando atrás a Vox y diciendo lo que debía haber dicho ya: al inmigrante hay que recibirle con los brazos abiertos, pero aquellos inmigrantes que odian a España y se dedican a delinquir, mano dura y deportación rápida (que, lo sé, no es tan fácil pero hay que intentarlo). 

La mentira suicida de Torre Pacheco nos puede salir muy cara.