En estos días de ola de calor en España, se están viendo numerosos incendios, dos aspectos que suelen abundar cada verano. Sin embargo, Sara Aagesen insiste en atribuir dichos incendios al cambio climático, pero no está en lo cierto, sino que la mayor parte de la culpa se debe al abandono del campo… o a la mala intención de algunos pirómanos.

En los últimos diez días, han ardido en España más de 22.500 hectáreas, superficie equivalente a las ciudades de Barcelona y Tarragona, según se ha informado en el programa ‘Vamos a Ver’, en Telecinco. En una entrevista en la Cadena SER, la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha insistido en que “lo que falla es que no podemos abrazar el negacionismo”, al tiempo que ha llamado a que las autonomías se sumen a la lucha contra el cambio climático, a la vista de los incendios que asolan buena aparte de la Península y ante la previsión de que España será un país vulnerable ante desastres como los incendios o las sequías. “No podemos dar la espalda al cambio climático”, ha subrayado.

Sin embargo, Aagesen no lleva razón… Gran parte de culpa en los incendios se encuentra en que, a pesar de la histeria por salvar al planeta, que cunde, cada vez se daña más a los montes y los campos. Ya no se desbrozan estos como se hacía antaño y, por ejemplo, hasta se multa la recogida de piñas que están en los suelos de los pinares… y en caso de incendio, estas arden y alimentan aún más las llamas. Asimismo, cada vez los reguladores ponen condiciones más difíciles al sector primario, por lo que la agricultura y la ganadería sobreviven a duras penas. Y encima, hay mucha menos cantidad de ganado que hace décadas, y ya hacen tanta tarea de desbrozo de pastos y montes que solían realizar. Además, se trabaja poco en prevención, pues se ha olvidado el dicho de que los incendios de verano se apagan en invierno.

Aagesen tampoco puede perder de vista algunos aspectos meteorológicos entre las causas de los incendios, como las tormentas secas o el viento. Así se ha podido ver en el reciente incendio que se ha vivido en la localidad madrileña de Tres Cantos, donde al parecer, el origen estuvo en la chispa de un rayo de una tormenta seca, y que, unido al fuerte viento, acabó provocando un gran incendio. De hecho, en sus primeros momentos, las llamas recorrieron seis kilómetros en apenas 40 minutos, como informó el consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid, Carlos Novillo, que tiene la titulación de ingeniero agrónomo y que antes de entrar en política trabajó como bombero, así que sabe muy bien de lo que habla respecto a incendios. Y ojo, el voraz incendio de Tres Cantos, que arrancó en la tarde del 11 de agosto ya está controlado pero aún no se ha extinguido, y ha acabado con la vida de un hombre de 50 años y de diversos animales (caballos y ovejas, principalmente), ha provocado una contusión torácica cardíaco a un hombre de 83 años y ha destruido varias casas y vehículos.

La ola de incendios forestales que se está viviendo en siete autonomías (Galicia, Castilla y León, Extremadura, Castilla-La Mancha, Andalucía, Madrid y Asturias) han dejado ya dos víctimas mortales, decenas de heridos, miles de desalojados y decenas de miles de hectáreas arrasadas, incluyendo viviendas y vehículos. En su extinción trabajan bomberos de diferentes regiones y ayuntamientos, agentes forestales, la Unidad Militar de Emergencias (UME), voluntarios, ciudadanos de los pueblos afectados, etc. 

La vicepresidenta tercera también debe tener de cuenta otra causa de los incendios: el ser humano, en especial, algunos malintencionados. “Tenemos un 95% de incendios que vienen directamente de causas humanas y parte de ese porcentaje, un 55%, son provocados. El resto se deben a negligencias y causas desconocidas”, según explicó Jorge Aguado, técnico de Bosques en WWF España, en RTVE. De hecho, en las últimas horas se han conocido varias detenciones relacionadas con haber provocado algunos incendios, como las de un guardia forestal con problemas laborales como acusado de causar un fuego en Cuevas del Valle (Ávila); una mujer que estaba siendo investigada por cinco incendios en Muxía (La Coruña); un joven de 28 años cuando provocaba un incendio en Canibelos (Orense); además la Guardia Civil investiga a un hombre que está en el hospital con las manos quemadas por su presunta relación con el incendio de Caños de Meca, en Barbate (Cádiz).