Es estupendo por tres razones: en primer lugar, porque el nacimiento de un nuevo ser racional debería ser celebrado por todos los seres racionales: es otra maravilla y otra ventana abierta al cerebro y al corazón. Sólo la estupidez progre es capaz de vivir un nacimiento como un peligro para los ya nacidos, eso sólo ocurre cuando el modernismo nos ha llevado, no a vivir sino a sobrevivir.

En segundo lugar, si la humanidad ha alcanzado los 8.000 millones de personas eso quiere decir que el nivel de vida ha aumentado. 

En tercer lugar, porque la bomba demográfica, el peligro, no es que haya mucha gente sino que haya pocos jóvenes. Los problemas no vienen cuando crece la población sino cuando envejece. Y la población occidental ha envejecido porque los occidentales no tenemos hijos.

Luego está el hecho de que India se ha convertido en el país más poblado del planeta, adelantando a China. Y los chinos pagaran caro su política de hijo único forzoso, porque la población china están envejeciendo a gran velocidad. 

Sorprende que llevemos 75 años de historia en que la economía mundial no se enfrenta a la carestía sino a la sobreproducción

En cualquier caso, que seamos muchos es estupendo: este planeta puede alimentar a decenas de humanidades. De hecho, sorprende que llevemos 75 años de historia en los que la economía mundial no se enfrenta a la carestía sino a la sobreproducción pura y dura. No, la humanidad no tiene por qué pasar hambre, lo que pasa es que es muy egoísta: para tener hijos y para ayudar a los rezagados. 

Por lo demás, que hayamos alcanzado los 8.000 millones de habitantes es estupendo. Ya hay 8.000 millones de seres humanos llamados a disfrutar de la vida.