Se dice que la victoria de la Selección Española Femenina de Fútbol en el Mundial ha pasado a un segundo plano por el beso de Luis Rubiales a la jugadora Jenny Hermoso… pues miren, los culpables de esto son todos los que están dando tanto protagonismo a dicho gesto.

No vamos a defender al soez y maleducado Luis Rubiales, que probablemente tendría que dimitir por muchos otros motivos ajenos al beso, pero sí vamos a insistir en la hipocresía progre que rodea a todo este caso. Si hace días preguntábamos ¿dónde estaban todos estos feministas durante los abusos a menores tuteladas en Baleares?, ahora cuestionamos ¿por qué los que piden la dimisión de Rubiales, incluido Pedro Sánchez, no exigieron lo mismo a Irene Montero cuando comenzaron las excarcelaciones de violadores gracias a su obra maestra, la ley del ‘Sólo el sí es sí’? Estos hechos son infinitamente más graves que el manido beso. 

Relacionado

Sumar tampoco se queda atrás, pues ha denunciado a Rubiales ante el Consejo Superior de Deportes (CSD) y ha pedido que se le aparte del cargo, a pesar de que Yolandísima ‘encubrió’ el caso de pedofilia de un asesor como le han recordado en las redes sociales, según infotma La Razón. Y hasta Irene Montero ha acusado a Rubiales de “violencia sexual” y ha vuelto a insistir en una de sus palabras preferidas: el consentimiento. ¿Acaso dieron su consentimiento las menores tuteladas de Baleares, o es que esas no cuentan porque la responsable era Francina Armengol? En cualquier caso, como hemos explicado en diversas ocasiones en Hispanidad, la ley del ‘Sólo el sí es sí’ es una tautología, es decir, una tontería, porque lo único que hace es solemnizar lo obvio... que es el libre consentimiento en las relaciones sexuales.

Veremos qué sucede el viernes 25, en la Asamblea General Extraordinaria de la RFEF, convocada para tratar el asunto.